SANTIAGO DE CHILE, 9 septiembre.
El documental "Nunca subí el Provincia", rodado por el cineasta chileno Ignacio Agüero desde el interior de su casa antes de la pandemia, enlaza con el estado actual de confinamiento e invita a los ciudadanos a conectarse con sus vecinos tras un largo encierro que comienza a remitir.
La última entrega del aclamado documentalista, que se estrenó recientemente en distintas plataformas en línea como Miradoc, supone una íntima mirada hacia su barrio y su entorno desde la ventana de su casa, una estampa que recuerda al confinamiento, a pesar de haberse rodado antes de la llegada del coronavirus a Chile el pasado marzo.
"Esta película es muy de pandemia porque recoge esa experiencia de ver las cosas que están inmediatamente a nuestro lado, relacionarlas y jugar con ellas", relató a Efe Agüero en un encuentro virtual desde su casa en Santiago de Chile.
La cinta, ganadora en 2019 del Grand Prix del Festival Internacional de Cine de Marsella (FIDMarseille) es el documental más personal del autor que retrata sus vivencias a la hora de interactuar con su vecindario y su entorno más próximo.
"Mi experiencia histórica con el barrio es distinta a la de ahora, antes era de hablarse y comunicarse, pero eso ha cambiado, la gente nueva y joven ahora siente desconfianza", señaló.
El relato, construido en forma de correspondencia entre el director y una joven cineasta, recoge también declaraciones de viejos vecinos del barrio, imágenes de archivo y antiguos videos domésticos del director.
Lo que le llevó a dirigir esta película, relató Agüero, fue una imagen que contempló desde su casa: la vista del cerro Provincia, que forma parte del telón de fondo de la zona este de Santiago, fue un día invadida por una construcción inmobiliaria.
"La presión que sentí por esta imagen me obligó a hacer la película. Esas transformaciones de mi entorno son un misterio para mí y las que me producen curiosidad para grabarlas y registrarlas", comentó.
"TODOS HEMOS PEGADO EL ROSTRO A LA VENTANA"
La cinta llega a Chile en un momento crucial para el país, que vive sus primeras semanas de retroceso de la pandemia y de apertura gradual hacia la normalidad tras cinco largos meses de confinamiento.
"Por primera vez la gente ha tenido una relación muy particular desde la ventana de sus casas, todos hemos pegado el rostro a la ventana y hemos tenido tiempo para mirar tanto lo que hay fuera como lo que hay dentro, hemos hecho conexiones", agregó.
Agüero aseguró que en Chile se vivieron cuarentenas "muy diferentes" por las desigualdades sociales y económicas del país, pero señaló que lo que más le llamó la atención fue "la reacción de la gente en las calles a la situación política" tras el encierro.
"Es increíble cómo apenas se abren las puertas empieza la protesta social nuevamente como si no hubiera pasado nada", concluyó.
Chile vive la crisis social más grave desde la vuelta a la democracia en 1990, con masivas manifestaciones que comenzaron el pasado mes de octubre y que se pausaron durante el confinamiento, pero que los últimos dos viernes han logrado convocar a cientos de personas en la capital.