Venecia (Italia), 9 septiembre.
El documentalista Frederick Wiseman estrenó hoy en la Mostra su obra más política, "City Hall", en la que muestra la virtuosa gestión del ayuntamiento de Boston "en contraste" con la administración de Donald Trump.
"He tratado de narrar las actividades de las que se ocupa una administración local porque nos tocan de cerca", explicó por videoconferencia el director, uno de los máximos exponentes del documental y que ha llevado esta pieza fuera de concurso a Venecia.
En la cinta, de casi cinco horas de duración, Wiseman (Boston, 1930), hijo de inmigrantes judíos llegados a Estados Unidos desde Europa del Este y residente en París, vuelve a su ciudad natal para comprender qué se esconde tras la gestión de sus servicios públicos.
De este modo es testigo de las reuniones del alcalde, Marty Walsh, de la policía y de los bomberos, de los funcionarios que atienden por teléfono a las quejas de sus vecinos, de los que anotan los nacimientos y las muertes o de las bodas, también homosexuales.
Sobre la mesa de las autoridades están los temas que incumben hoy en día a la sociedad estadounidense en su conjunto, como la justicia racial, la crisis climática, la pobreza, la inmigración o el consumo de alcohol y la tenencia de armas.
El realizador confesó que empezó a admirar el ayuntamiento del demócrata Walsh en Boston al compararlo con el comportamiento del responsable del Gobierno federal, el republicano Donald Trump.
"Sus esfuerzos se hicieron particularmente prominentes cuando empecé a compararlos con la actitud de Trump ante los mismos retos, como la mendicidad, la discriminación laboral o la brutalidad policial", reconoció.
No obstante la cinta no fue pensada como un ataque al magnate y mandatario, ya que su intención fue retratar la gestión de Boston, pero las comparaciones entre ambas administraciones son inevitables.
"Creo que hay más de dos Américas y el alcalde Walsh y Trump representan dos extremos. Cada vez que Trump abre la boca es para decir algo ideológico, racista, en un intento de crear caos. Walsh se esfuerza en unir a las personas y encontrar formas de resolver problemas comunes. Son lo contrario", apuntó el realizador.
En las notas de dirección vuelve a ahondar en esa reflexión y asegura que se embarcó en un rodaje de diez horas para demostrar que "se necesita un Gobierno para que las personas puedan vivir juntas".
"'City Hall' trata de una ciudad que ofrece una amplia variedad de servicios necesarios en una gran ciudad cuya población es ejemplo de la diversidad en Estados Unidos. El ayuntamiento de Boston ofrece esos servicios según las normas democráticas y constitucionales. Es lo opuesto a lo que representa Trump", sostiene.
Wiseman, Óscar honorífico en 2016, regresa de este modo a un festival, el de Venecia, que le otorgó su León de Oro honorífico en 2014 y donde ha mostrado algunas de sus obras, como el documental sobre la biblioteca de Nueva York, en concurso en 2017.
Aunque no ha podido hacerlo de forma presencial debido a las limitaciones impuestas por la pandemia de coronavirus.