Las autoridades de Tailandia cambiaron este lunes de criterio al liberar a dos líderes de las protestas estudiantiles que fueron detenidos el jueves pasado por vulnerar las condiciones de su libertad condicional, informaron fuentes judiciales.
Anon Nampa, abogado y activista, y Panupong Jadnok, líder estudiantil, fueron excarcelados después de que la Policía, que pidió su detención el pasado jueves, solicitara ahora su libertad bajo fianza alegando que esto no perjudica la investigación de los cargos que se les imputa, según un comunicado del tribunal de lo Penal de Bangkok.
Las protestas de los estudiantes, que piden reformas democráticas y que se reduzca el poder de los militares y la monarquía, se han convertido en uno de los problemas más acuciantes del Gobierno, junto con la crisis sanitaria y económica debido a la COVID-19.
El pasado 7 de agosto, Anon y Panupong fueron arrestados bajo las acusaciones de violar el decreto de estado de emergencia impuesto por el Gobierno para combatir la pandemia y del delito de sedición, entre otras, al organizar varias protestas desde el 18 de julio.
Sin embargo, fueron liberados poco después bajo fianza con la condición de no participar en nuevas protestas, lo que habrían incumplido.
Otros 12 organizadores de las protestas casi diarias han sido detenidos desde el pasado 7 de agosto y se enfrentan a los mismos cargos que Anon y Panupong, que conllevan hasta siete años de cárcel, aunque todos ellos han sido puestos en libertad bajo fianza.
El movimiento estudiantil reclama que se limiten las competencias de los militares, que han tomado el poder en 13 golpes de Estado desde la abolición de la monarquía absoluta en 1932.
En este sentido, el principal objetivo de las protestas es el primer ministro, Prayut Chan-ocha, que encabezó el golpe militar de 2014 y que fue elegido jefe del Gobierno en unas elecciones en 2019 que han sido calificadas de poco transparentes.
Las movilizaciones, cuyo epicentro son universidades de todo el país y que se han extendido a los institutos, han roto el mayor tabú de la política tailandesa y han puesto sobre la mesa el debate sobre el poder que debe tener la monarquía.
En Tailandia, la monarquía está protegida por una estricta ley de lesa majestad que prescribe penas de hasta 15 años de cárcel para quien insulte a la institución o sus miembros.