Gaza batió este lunes un nuevo récord de contagios diarios por COVID-19 con 182 casos en 24 horas, otro máximo por tercer día consecutivo, pese a que su población sigue estrictamente confinada desde hace dos semanas.
Desde el inicio de la pandemia, la franja suma un total de 1,151 casos, de los que unos noventa están recuperados.
La mayor parte de infectados han sido por transmisión comunitaria desde que se registraron los primeros casos locales entre una familia de un campo de refugiados el 24 de agosto.
Desde entonces, la franja se encuentra bajo un estricto cierre. La población permanece en casa, solo negocios esenciales como panaderías, comercios de comestibles o farmacias siguen abiertos, y mezquitas y escuelas están cerradas.
La situación sanitaria en la zona preocupa por la escasez de recursos médicos y sus precarios servicios sanitarios, una realidad afectada por el férreo bloqueo impuesto por Israel desde 2007, cuando el movimiento islamista Hamás tomó el poder del enclave.
Gaza también sumó siete muertos en las dos últimas semanas, un número bajo en comparación con otros lugares más afectados por la pandemia, pero que marca un aumento considerable, si se tiene en cuenta que hasta entonces solo había registrado el fallecimiento de una mujer mayor a finales de mayo.