Inician panistas fuego electoral; PRI responde
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VANGUARDIA/EL TIEMPO
Coahuila quedó esta semana en el ‘ojo del huracán electoral’: por un lado, los panistas calificaron como de máxima prioridad los comicios en la entidad, mientras que para el PRI resulta fundamental no perder su único bastión intocable en el Norte del País, aunque no ha definido ni método ni su candidato.
Este jueves, Ricardo Anaya Cortés, líder nacional del PAN, lo dijo con todas sus letras: Coahuila será una entidad de máxima prioridad para su partido en los comicios locales del primer domingo de junio de 2017.
“Nos estamos preparando para lograr triunfos electorales, y sobre todo buenos gobiernos, a partir de las elecciones de 2017”, expresó, “y en ese sentido Coahuila es de la máxima prioridad para el Comité Ejecutivo Nacional”.
El 4 de junio del año entrante habrá elecciones de Gobernador en Coahuila, Estado de México y Nayarit. En Veracruz se efectuarán comicios únicamente para renovar las Alcaldías de la entidad.
En ese contexto, y tras las desastrosas derrotas electorales de este año en Chihuahua, Durango, Quintana Roo y Tamaulipas, entre otros estados, el PRI debe esforzarse para no perder más plazas.
Por ello, Coahuila, convertido en el único Estado del Norte de México que no ha vivido la alternancia en el Poder Ejecutivo Estatal, es ahora el último
bastión fronterizo del priísmo.
Aquí, el PRI ha mostrado en más de una ocasión su bien aceitada maquinaria electoral, al conseguir triunfos aplastantes en diversas ocasiones, superándose incluso a sí mismos.
No obstante lo anterior, en las elecciones federales del 2000 y el 2006 los candidatos presidencial del PAN captaron la mayoría de los votos y ganaron espacios en las Cámaras de Senadores y Diputados.
Por eso, aunque no tiene el gigantismo demográfico del Estado de México –la entidad de origen del presidente Enrique Peña Nieto, quien pudiera incidir en los resultados ante la desaprobación de su mandato-, tampoco tiene un padrón tan pequeño como Nayarit, las elecciones de Coahuila son un elemento clave en 2017, y probablemente un ensayo de las estrategias a las que los partidos políticos pueden recurrir en 2018.