MADRID, 4 septiembre.
Las calles de San Francisco, Nueva York y Chicago vuelven a tener dueño con el regreso de Tony Hawk y sus compañeros de batalla, quienes se suben de nuevo a sus monopatines para conquistar el asfalto y dar vida a una legendaria saga que cumple dos décadas estrenando, este viernes, su remasterizado "Tony Hawk’s Pro Skater 1+2".
La nostalgia sumada a las posibilidades que ofrece la actual tecnología supone una mina de oro para los estudios y una gran noticia para los jugadores, hambrientos de aquellos títulos clásicos que tantas y tan satisfactorias horas de juego les ofrecieron.
La idea de tener en las manos un videojuego que hace 20 años nos conquistó por su historia, su originalidad o por ser entretenido y además poder disfrutar hoy de él en una versión mejorada es el sueño de cualquier ‘gamer’ que eche de menos los grandes títulos de finales de los 90.
Ocurrió hace unos meses con el lanzamiento de "Final Fantasy VII: Remake", un título renovado con una impresionante estética cinematográfica y una gran jugabilidad que permitió que la historia creada por el estudio nipón Square Enix en 1997 diera un salto de calidad.
Esto es, precisamente, lo que ha ocurrido con la remasterización de los dos primeros títulos de un clásico entre los clásicos dentro del apartado de sagas sobre deportes extremos. "Tony Hawk’s Pro Skater" vuelve a la palestra en este 2020 con grandes noticias bajo el brazo e infinidad de mejoras con respecto a las versiones originales.
Fue en 1999 cuando el primer título de la saga irrumpía en el universo de los videojuegos. Las consolas del momento -PlayStation, Nintendo 64, Dreamcast, N-gage y GameBoy Color- abrieron sus puertas y dejaron que Hawk y compañía entraran en sus vidas montados sobre esas cuatro ruedas y dos ejes de sus monopatines.
20 años después, con diez títulos de la serie principal y un remake -"Tony Hawk’s Pro Skater HD" (2012)- a las espaldas, las puertas del universo gamer se abren de nuevo para recibir una remasterización de los clásicos de 1999 y 2000 con la que dan ganas, cuando menos, de subirse a una tabla de skate y comenzar a patinar.
Respetando la mayor parte de los niveles originales presentes en ambos juegos, la genuina banda sonora y contando con un nada despreciable elenco de skaters clásicos, con Hawk a la cabeza, el nuevo título desarrollado por Activision y Vicarious Visions es capaz de mezclar el carácter 'Old School' con los aspectos modernos que la tecnología permite.
La clave del éxito de este título es, sin duda, que sus creadores respetan la esencia de los títulos originales, permitiendo que el jugador reconozca los niveles de juego que tantas veces patinó hace 20 años y que los viva, en esta nueva versión, de una manera más realista.
Efectivamente, las localizaciones son las mismas -aunque se añaden otras nuevas- pero la experiencia es totalmente distinta. El nivel de detalle de cada acera, banco, grafiti o patinador es tal que nos lleva a querer pasear por esas calles y esos atardeceres típicos de San Francisco, olvidándonos de que el objetivo es hacer puntos con nuestros trucos sobre la tabla.
En cuanto a novedades, además de las ya mencionadas mejoras gráficas y esa gran jugabilidad que permite que el juego sea fluido y los movimientos de sus personajes naturales, se añaden nuevos y jóvenes skaters como Leticia Bufoni, Shane O’Neill, Tyshawn Jones, Aori Nishimura o el propio hijo de Tony Hawk, Riley Hawk.
Junto a ello, una novedad con respecto a los títulos de 1999 y 2000, que en los tiempos que corren no se considera un extra sino un elemento obligatorio de cualquier videojuego, será la posibilidad de competir de manera online con jugadores de todo el mundo a través de los conocidos modos "Combo Attack", "Graffiti", "Trick Attack" o "Combo Mambo".
Una oportunidad para revivir un clásico de finales de los 90 con la tecnología que 2020 nos aporta. Tony Hawk y sus compañeros llevan 20 años subidos a sus tablas y Activision no quiere dejar pasar la oportunidad de que tanto las nuevas generaciones como los más nostálgicos, que ya disfrutaron de los juegos primigenios, puedan subirse una vez más en el monopatín para conquistar el asfalto norteamericano.