El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, destacó este jueves "avances" en la relación con Rusia durante una visita al país del primer ministro ruso, Mijaíl Mishustin, que se produce en medio de la grave crisis política que vive Bielorrusia tras las elecciones del 9 de agosto.
"Le estoy muy agradecido por las últimas semanas, tal vez el mes y medio o dos, por las negociaciones intensas que se llevan a cabo entre nuestros Gobiernos", dijo Lukashenko al recibir a Mishustin, según recoge la agencia estatal Belta.
El mandatario agregó que, según le ha comunicado el primer ministro bielorruso, Román Golovchenko, Minsk y Moscú han avanzado en la solución de las cuestiones pendientes entre los dos países.
A su vez, Mishustin señaló que los avances registrados se han producido, en particular, en el tema de la implementación de la Unión Estatal entre Rusia y Bielorrusia, una alianza forjada hace dos décadas y a cuya puesta en práctica Lukashenko se había mostrado reacio hasta ahora.
El jefe del Gobierno ruso aseguró que el futuro del bloque se fundamentará en las "posturas independientes" de sus dos miembros, pero incluirá "las correspondientes medidas económicas que se han acordado" entre Moscú y Minsk.
Mishustin agregó que ha llegado a la capital bielorrusa acompañado de varios ministros del Gobierno ruso para analizar un amplio abanico de temas de la agenda bilateral.
Los medios rusos revelaron a su vez que en la delegación que visita este jueves Minsk se encuentra también el ministro de Finanzas ruso, Andréi Siluánov, que abordará con su colega bielorruso la reestructuración de la deuda de este país ante Moscú, que asciende a 1.000 millones de dólares.
Al inicio de sus conversaciones en Minsk, Lukashenko y Mishustin abordaron el caso del líder opositor ruso Alexéi Navalni, que según el Gobierno de Alemania fue envenenado con una sustancia del grupo del agente tóxico Novichok durante un viaje que realizaba por Siberia.
Lukashenko aseguró que el envenenamiento del político ruso, en coma desde hace dos semanas, es una "falsificación".
"Hemos intervenido una conversación telefónica interesante que muestra claramente que se trata de una falsificación. No hubo ningún envenenamiento", dijo Lukashenko, quien precisó que se refiere a una comunicación entre "Varsovia y Berlín".
La visita a Minsk del primer ministro ruso se produce de cara al viaje que planea realizar Lukashenko a Moscú, y que, según el Kremlin, tendrá lugar en el curso de "las próximas semanas".