El organismo recaudador tiene la facultad de citar en sus oficinas a los contribuyentes que presentan su declaración.
El Servicio de Administración Tributaria (SAT) no se ablandó con la pandemia del Covid-19 y continuó sus tareas fiscalizadoras contra quienes tienen irregularidades en el pago de impuestos, pero con una nueva modalidad: entrevistas virtuales.
El organismo recaudador tiene la facultad de citar en sus oficinas a los contribuyentes que presentan su declaración, pero tienen una discrepancia entre los ingresos que reportan y los gastos que efectúan.
Esta acción, conocida como vigilancia profunda, le permite a la autoridad fiscal pedir cuentas sobre los movimientos de las personas y, en caso de que haya adeudos, se regularicen.
Las medidas de sana distancia para evitar la propagación del virus SARS-CoV-2 llevaron al SAT a ingeniárselas para que con tecnología siguiera su trabajo sin que la gente acuda a sus instalaciones.
Con la emergencia sanitaria la dependencia a cargo de Raquel Buenrostro emitió un manual para cambiar la modalidad de entrevistas presenciales por virtuales, a través de la plataforma de Microsoft Teams.
Los contribuyentes que estén en situación de aclarar la discrepancia fiscal deberán descargar el oficio invitación a través del buzón tributario en su equipo de cómputo o ingresar a la liga que se les envía para la entrevista en medios electrónicos.
Información de la institución muestra que el mecanismo de vigilancia profunda dejó una recaudación de 17 mil 390 millones de pesos en el primer semestre del año pasado. En esta ocasión, con la coyuntura extraordinaria por la pandemia, el organismo obtuvo poco más de 15 mil millones en el mismo periodo de 2020.
Las entrevistas con contribuyentes, mediante las cuales les exhiben adeudos por diferencias entre lo declarado y lo detectado por el SAT, es la segunda vía más efectiva que deja recursos por tipo de fiscalización, sólo detrás del correo electrónico.