La directora del Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC), Andrea Ammon, abogó hoy por que el cierre de los colegios sea el último recurso ante un brote a nivel local y señaló que las pruebas sobre el papel de las escuelas en la transmisión del coronavirus son aún poco concluyentes.
"El cierre de escuelas tiene efectos sobre el bienestar de los niños. Por supuesto, no han progresado en su educación. Las escuelas son una parte esencial de la sociedad y del bienestar de los niños, es muy importante que puedan estar en contacto con sus compañeros", señaló Ammon ante la comisión de Salud Pública del Parlamento Europeo.
"Por eso concluimos que el cierre de escuelas debe realmente ser la última medida que se tome si hay que tomar medidas", añadió la médica alemana, que compareció ante los eurodiputados por videoconferencia.
Ammon explicó que los menores de 18 años representan menos de un 5 % de total de casos registrados desde el inicio de la pandemia, una tasa que se ha mantenido estable, y apuntó que, cuando se infectan, los niños presentan síntomas más leves y menores tasas de hospitalización y fallecimientos.
Agregó que el ECDC, que analiza información de países del Espacio Económico Europeo (EEE) y el Reino Unido, está revisando las evidencias disponibles sobre el papel de los colegios en la transmisión del coronavirus, que aún consideran "contradictorias".
"Hay pocos brotes significativos en escuelas que hayan sido documentados. La evidencia es por el momento realmente contradictoria y no podemos concluir si es útil o no cerrar escuelas desde el punto de vista de la transmisión", dijo la médica.
Ammon recordó que el cierre de los colegios en marzo y abril formó parte de una serie de medidas mucho más amplias, con confinamientos, cierre de espacios públicos y restricciones a la libertad de movimiento, por lo que es complicado cuantificar la contribución de aquel cierre en la reducción de la transmisión en los meses siguientes.
Algunos países, añadió, reabrieron los colegios ya antes del receso estival y "estos países no han visto un incremento en la transmisión tras la reapertura", aunque, puntualizó, los alumnos no han vuelto en las mismas condiciones que antes de la pandemia.
Por contra, se han aplicado medidas de distancia social, más higiene, cancelación de eventos multitudinarios o prohibición de acudir al centro tanto a alumnos como a profesores si muestran síntomas
"Reabrir no es volver a la situación anterior. Se deben poner en marcha medidas para limitar la transmisión. La forma en la que se apliquen a nivel local dependerá de la situación local, de cuánto espacio haya, cuántos niños hay en las clases... no podemos ser prescriptivistas", concluyó.
En cuanto a los rebrotes en lugares de trabajo que se han visto durante el verano, como en fábricas de procesamiento de carne o en minas, Ammon destacó que "siempre se da el mismo factor": la excesiva proximidad de los empleados en espacios como el transporte o las líneas de montaje, además de una ventilación insuficiente.
"Los rebrotes han sido habitualmente en sitios donde el trabajo remoto no es una opción, y eso también debe tenerse en cuenta cuando se piensa ahora en la futura reducción de la transmisión", añadió.
La médica alemana constató que "el virus no se ha tomado vacaciones" y que ha habido incrementos durante las últimas cinco semanas en la tasa de notificación del conjunto del Espacio Económico Europeo y el Reino Unido.
"Ha sido un aumento lento, como el que tuvimos en marzo, pero casi estamos de vuelta a las cifras que teníamos en marzo", alertó Ammon, que también subrayó que la situación varía mucho de país a país y que la tasa de notificación se ve influenciada por el aumento de los test que se están haciendo.