La gran mayoría de alumnos de preescolar, primaria y secundaria de Bélgica volvió este martes al colegio con relativa normalidad, a tiempo pleno los cinco días de la semana y sin restricciones de alumnos por clase por la COVID-19 ni tener que usar obligatoriamente una mascarilla hasta los 12 años de edad.
Entre la tranquilidad pero también el temor de algunos padres, los menores retornaron a las aulas en "código amarillo" tal y como acordaron a nivel federal las comunidades lingüísticas del país (francófona, neerlandófona y germanófona), que son las responsables de la educación.
Las autoridades han decidido mantener ese nivel de alerta, que ya utilizaron en junio para la vuelta a clase de los niños tras el confinamiento, pese al repunte de casos de coronavirus detectado en el país especialmente desde agosto.
El "código amarillo" indica "riesgo limitado de contaminación" y por debajo solo se sitúa el verde, que significará una verdadera vuelta a la normalidad, pero previsiblemente únicamente se impondrá cuando haya una vacuna contra la COVID-19 disponible.
Mientras tanto, se ha pedido a los padres que guarden distancia física cuando dejen a los niños a la puerta del centro y que solo acuda un progenitor por niño.
También se han limitado las excursiones escolares, pero por lo que respecta al ritmo de enseñanza, los niños podrán asistir al colegio los cinco días de la semana en un horario normal y sin restricción de número de alumnos por aula.
Los colegios sí tratarán de ordenar las salidas a los recreos o los turnos de comida, para evitar aglomeración de niños de diferentes clases.