La calificadora señaló que esto se da derivado de una baja en la demanda
La calificadora Fitch Ratings indicó que ante una reducción de la demanda de electricidad, ocasionada por la pandemia de Covid-19, los precios se mantendrán estables en lo que resta del año en países como México, pero implica riesgos de flujo de efectivo para las empresas generadoras y distribuidoras en América Latina.
"Los precios de la electricidad en México, por ejemplo, comenzaron una tendencia a la baja en junio de 2019 debido a la capacidad adicional de las plantas térmicas de gas natural y renovables, pero esperamos que los precios de la electricidad se mantengan relativamente estables durante el resto de 2020 a medida que la demanda se recupere y absorba parte de la energía adicional", explicó la agencia. En el análisis "Las empresas de servicios eléctricos de América Latina enfrentan una menor demanda y riesgo de flujo de efectivo", Fitch Ratings explica que el estrés económico de la pandemia de Covid-19 está reduciendo la demanda de electricidad en toda América Latina, con lo que la solidez del balance, la liquidez adecuada y las ventas contratadas, así como una alta mezcla de clientes no regulados, la gestión del capital de trabajo y el apoyo del gobierno deberían ayudar a la mayoría de las empresas eléctricas a superar el difícil entorno operativo.
"La demanda de electricidad disminuyó a tasas altas de un solo dígito a tasas bajas de dos dígitos, del mes de abril a junio en la mayoría de los países. Proyectamos que la demanda disminuirá a una tasa media de un dígito, en promedio, en 2020 en toda la región, asumiendo cierta recuperación en la segunda mitad del año a medida que se reanude la actividad económica. Se proyecta la mayor caída para Perú y se espera que Colombia sea la más resistente", añade Fitch Ratings.
En ese sentido, la firma añadió que los gobiernos de América Latina implementaron programas para brindar alivio a los clientes que sufren dificultades financieras debido a la pandemia. Algunos programas también están estructurados para mitigar parcialmente el efecto de la morosidad y los aplazamientos de pago.
La agencia proyecta que las métricas crediticias se debilitarán en la mayoría de las 47 empresas del sector que califica en América Latina.