Los ministros de Exteriores de la UE han acordado este viernes aumentar la lista de personas sancionadas por el fraude electoral y la violencia estatal en Bielorrusia y por las prospecciones ilegales de Turquía en el Mediterráneo oriental.
Estos son los principios de acuerdo fundamentales de la reunión informal que han celebrado este jueves y viernes en Berlín los ministros de Exteriores de los 27, en la que también se han abordado las relaciones con Rusia, ensombrecidas por el envenenamiento del líder opositor ruso Alexei Navalni.
Con respecto a Bielorrusia, donde el Gobierno del presidente Alexandr Lukashenko está reprimiendo a la oposición y a los manifestantes pacíficos que protestan desde los pasados comicios, los ministros -con un gran consenso en lo fundamental- han acordado aumentar la presión sobre el Ejecutivo con sanciones a los altos cargos responsables tanto del fraude electoral como de la violencia estatal.
El alto representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell, aseguró en rueda de prensa que se han acordado "progresivas sanciones individuales" contra funcionarios de "alto nivel político". La lista, agregó, estará preparada para ser adoptada "tan pronto como sea posible".
"No puedo dar un numero concreto o los nombres precisos (de la lista), pero serán funcionarios de alto nivel. Dependerá de la evolución de la situación", explicó al ser interrogado sobre si el propio Lukashenko será sancionado, como han exigido algunos estados miembros.
El ministro alemán de Exteriores, Heiko Maas, anfitrión del encuentro porque su país ejerce la Presidencia rotatoria del Consejo europeo, recordó que la UE trata aquí de apoyar la democracia y la defensa de los derechos humanos y, en concreto, de que el Gobierno inicie un diálogo con la sociedad civil.
"Si Lukashenko aumenta la presión sobre la oposición y las manifestaciones pacíficas, nosotros como UE tenemos que aumentar la presión sobre Lukashenko", añadió Maas.
Borrell indicó que la UE tratará de apoyar la iniciativa de mediación de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE). Además, pidió a Rusia mantenerse al margen y no convertir Bielorrusia en "una segunda Ucrania".