El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, conversó este lunes con su homólogo de Rusia, Vladímir Putin, sobre la crisis política que atraviesa su país tras las elecciones del 9 de agosto, en las que fue declarado vencedor, así como de la posibilidad de recibir la vacuna rusa contra el nuevo coronavirus.
Según un breve comunicado difundido por el Kremlin, Lukashenko informó a Putin sobre las "medidas para la normalización de la situación en el país".
La nota agrega que ambos dirigentes también hablaron de la cooperación bilateral para la lucha contra el coronavirus.
Por su parte, Minsk señaló que Lukashenko y Putin abordaron en particular la situación en la frontera bielorrusa con países de la OTAN.
Además, conversaron sobre la vacuna rusa contra la COVID-19 y acordaron que Bielorrusia será el primer país extranjero al que Moscú enviará ese fármaco.
Ello permitirá a todos los ciudadanos bielorrusos que lo deseen participar de forma voluntaria en la tercera fase de prueba de la vacuna.
Lukashenko acusó este fin de semana a Occidente de apoyar militarmente a la líder de la oposición bielorrusa, Svetlana Tijanóvskaya, durante una visita a la región de Grodno, limítrofe con Polonia y Lituania.
"El apoyo militar es evidente, pues trasladan las tropas de la OTAN hacia nuestras fronteras", dijo el mandatario bielorruso en un polígono militar de esa provincia.
La semana pasada, Lukashenko ordenó reforzar la vigilancia de las fronteras y puso en alerta las tropas en las regiones occidentales del país.
El Kremlin expresó este lunes su preocupación por la injerencia desde el exterior, de manera directa e indirecta, en los asuntos internos de Bielorrusia, intromisión que calificó de "inaceptable".