Dos explosiones en Jolo, capital de Sulu -remota provincia del sur de Filipinas-, dejaron este lunes al menos 15 muertos y 75 heridos en lo que parece un doble atentado de los yihadistas de Abu Sayyaf, que ya perpetraron un letal ataque similar en la catedral de esa ciudad en enero de 2019.
Entre los fallecidos hay siete militares, un policía y seis civiles, además de la presunta atacante suicida, aún por identificar, que hizo detonar la segunda bomba, según el recuento del grupo de trabajo conjunto de la Policía y el Ejército en Sulu.
Los heridos ascienden a 21 soldados, 6 policías y 48 civiles, según las autoridades, que han atribuido el atentado a Abu Sayyaf, que en 2014 juró lealtad al Estado Islámico (EI), aunque todavía nadie lo ha reivindicado.
La primera explosión tuvo lugar alrededor del mediodía en una céntrica plaza de Jolo, al estallar una motocicleta situada cerca de donde un camión del Ejército repartía alimentos, y la segunda se produjo una hora después en una calle a unos 70 metros cuando la policía acordonaba la zona del siniestro.
"De momento, el número definitivo de víctimas está por determinar mientras la investigación trata de identificar a los sospechosos", señaló el jefe de la Policía Nacional, Archie Gamboa.