Al menos 15 personas murieron y cerca de un centenar fueron secuestradas en un ataque de supuestos miembros del grupo yihadista Boko Haram cometido en el noreste de Nigeria, informó hoy un funcionario de gestión de desastres.
El ataque ocurrió este martes en la ciudad de Kukawa, en el estado de Borno, feudo de la insurgencia yihadista, donde los atacantes tendieron una emboscada a soldados nigerianos.
"Unas 15 personas murieron, una docena de casas fueron arrasadas y cerca de cien personas fueron secuestradas, principalmente mujeres y niños", dijo por teléfono la citada fuente, que pidió el anonimato.
Dos funcionarios del estado de Borno precisaron que algunas víctimas fueron soldados, pero no facilitaron detalles.
Sin embargo, la mayoría de las víctimas del ataque eran civiles que habían regresado recientemente de unos campamentos para desplazados, donde habían estado alojados temporalmente después de que los terroristas saquearan sus casas.
Los militares recuperaron el control de la ciudad este miércoles, tras la retirada de los supuestos yihadistas, y lograron consolidarlo hoy, según las fuentes.
Ni los portavoces del Ejército ni el portavoz del gobierno estatal, Isa Gusau, respondieron a los mensajes y llamadas de Efe en relación con el ataque.
Pese a que el suceso acaeció el martes, la información ha tardado en trascender debido a que las instalaciones telefónicas en la zona fueron destruidas.
Boko Haram nació en 2002 en Maiduguri, capital de Borno, de la mano del líder espiritual Mohameh Yusuf para denunciar el abandono al que las autoridades habían sumido a un marginado norte del país, de mayoría musulmana, frente al sur, de predominio cristiano.
En aquel momento, sólo efectuaba ataques contra la Policía nigeriana, al representar al Estado pero, desde que Yusuf fue abatido por agentes en 2009, el grupo se radicalizó e inició una sangrienta campaña para imponer un Estado de corte islámico.
Desde entonces, el noreste de Nigeria -y en los últimos años las áreas de Camerún, Chad y Níger fronterizas a su vez con la cuenca del lago Chad- viven bajo una doble amenaza yihadista.
En la última década, Boko Haram y su escisión del Estado Islámico en la provincia de África Occidental (ISWAP) han asesinado a más de 27,000 personas y desplazado de sus casas a cerca de tres millones, según datos de la ONU.