Suecia, que ha optado por una estrategia más laxa contra el coronavirus y es el país nórdico con más muertos por COVID-19, registró en el primer semestre la mayor tasa de mortalidad en 150 años, informó hoy la Oficina Nacional de Estadística.
Según datos oficiales, 51,405 personas fallecieron en Suecia hasta junio, 4,600 más que la media de los últimos cinco años y una cifra que no se alcanzaba desde 1869, cuando hubo 55,431 muertos en el primer semestre por una hambruna provocada por tres años consecutivos de malas cosechas.
El número de muertos a principio de este año fue inferior que en los anteriores, pero la llegada del coronavirus disparó las cifras en los meses siguientes y se registraron alrededor de 4,500 muertos por COVID-19 hasta junio.
La sobremortalidad en el primer semestre fue un 10 % superior con respecto a la media de los cinco años previos, alcanzando su tope a mediados de abril y reduciéndose progresivamente hasta situarse a niveles normales a finales de junio.
Los muertos por COVID-19 y la reducción en el número de inmigrantes hicieron también que en los seis primeros meses se registrara el menor aumento de población desde 2005, 24,801 personas, para una población total de 10.35 millones.v