La orden de detención domiciliaria que la Corte Suprema de Justicia de Colombia emitió en su contra le demostró al expresidente y exsenador Álvaro Uribe que nadie puede considerarse "intocable".
En una entrevista, Villalba explicó que "es la primera vez en el país que un expresidente de la República es puesto en detención preventiva por orden judicial. Viene esta orden contra una persona que la sociedad consideraba intocable por la administración de justicia".
Al imponerle casa por prisión, la Corte "no sacrificó la independencia judicial, pilar de un Estado de derecho y de una democracia y [anunció] que se atendrá a lo que encuentre, probatoriamente, para tomar sus decisiones", destacó.
Con el castigo que impuso el 4 de agosto pasado a Uribe en una investigación por presunto soborno en actuación penal, fraude procesal y manipulación de testigos, la Corte "no cedió a las presiones de las que fue objeto", aclaró.
El asedio surgió de "integrantes del partido de gobierno [Centro Democrático] y del propio presidente de la República, Iván Duque] y de otros sectores de la política colombiana que emitieron opiniones para presionar por una decisión judicial en favor de Uribe", subrayó.
Duque y poderosos grupos leales a Uribe insistieron en que el exjefe de Estado tiene derecho a defenderse en libertad.
"El procesado ataca a la Corte de una forma absolutamente irrespetuosa. Se mantienen esos ataques a la Corte porque se quiere afectar la independencia judicial", alertó Villalba, defensor del senador colombiano Iván Cepeda, considerado "víctima" en el caso en torno a Uribe.