El Gobierno británico notificó hoy 812 contagios de coronavirus en veinticuatro horas, por debajo de los 1,089 registrados ayer, y dieciséis muertos más por la COVID-19.
La cifra acumulada de fallecidos en el Reino Unido desde que comenzó la pandemia es de 41,397, un dato que solo incluye los decesos que se producen en un plazo de veintiocho días desde que el paciente dio positivo por coronavirus por primera vez.
Así, los datos publicados por las agencias de estadística británicas indican que hasta la fecha se han producido más de 57,000 muertes en las que la COVID-19 aparece en el certificado de defunción.
En la última jornada, 128 pacientes ingresaron en hospitales del Reino Unido con coronavirus, hasta un total de 895 internados en el conjunto del país, de los que 73 requieren respiración asistida.
El ministro de Sanidad británico, Matt Hancock, afirmó hoy que el Gobierno no contempla hacer obligatorio el uso de la mascarilla en los lugares de trabajo.
Preguntado por esa medida, que se ha adoptado en Francia, Hancock contestó en la cadena pública BBC: "Estamos constantemente revisando las recomendaciones científicas y la respuesta es que en estos momentos no estamos considerando hacerlo".
Señaló que los datos procedentes del equipo de rastreadores para detectar contagios de coronavirus indican que la mayoría de las infecciones se producen en reuniones sociales entre personas de varios domicilios, "normalmente en una de sus viviendas".
Por otra parte, el Ejecutivo anunció hoy que suspenderá este mes el programa para otorgar la libertad a presos poco peligrosos en el tramo final de su condena para tratar de rebajar el riesgo de contagios en las prisiones de Inglaterra y Gales.
El Ministerio de Justicia identificó durante el pico de la pandemia a 4,000 reclusos que podían beneficiarse de ese programa, si bien hasta la fecha se ha dejado en libertad a 275.
El inspector jefe de Prisiones del Gobierno, Peter Clarke, ha advertido en un informe de que el régimen de "severas restricciones" que se ha adoptado en las cárceles aumenta el riesgo de problemas psicológicos en los reclusos.
Las medidas adoptadas han "contribuido a detener la propagación del virus", pero en algunos casos han llevado a algunos reos a permanecer en un régimen similar al del confinamietno solitario, advirtió Clarke.