Un establo de una escuela de equitación convertido en sede del mayor laboratorio de cocaína descubierto hasta la fecha en Países Bajos acogía también dormitorios y áreas de recreación de los 16 narcotraficantes arrestados, en su mayoría colombianos, que este miércoles pasaron a disposición judicial.
La granja de caballos está en una aldea conocida como Nijeveen, en la provincia de Drente, en la región norte de Países Bajos. Es el tradicional pueblo holandés donde todos se conocen y se saludan prácticamente a diario, lo saben todo de todos los vecinos y, en teoría, algo así no pasaría desapercibido, por lo que los vecinos están sorprendidos.
"Es el laboratorio de cocaína más grande jamás encontrado en Holanda", reconoció a la prensa André van Rijn, el inspector jefe del equipo de desmantelamiento (LFO).
Por la cantidad de personas que trabajaban allí, las instalaciones, el tamaño, el mobiliario y los equipos, estima "la capacidad de producción en 150 a 200 kilos de cocaína al día, lo que tiene un valor en la calle de entre 4.5 y 6 millones" de euros.
El laboratorio, que no estaba destinado a producir la droga sino a procesarla para su posterior venta, se instaló en una escuela de equitación reconvertida en la casa y lugar de trabajo de los narcotraficantes: su labor consistía en extraer la cocaína del material portador -ropa, frutas o aparatos para ocultar la droga- y convertirla en cocaína en polvo.
A modo de ejemplo: la cocaína se procesó en la ropa vertiéndose líquida sobre la prenda, lo que hacía que el polvo ya no fuera visible, y en estos laboratorios, conocidos como "lavanderías de cocaína", se obtiene la base de la droga, lo cual es un proceso extenso y que requiere todo tipo de químicos para devolver la sustancia a polvo, tal y como exige el mercado.
Cuando allanó el sitio, la Policía localizó decenas de miles de litros de productos químicos y 100 kilos de cocaína base, pero el laboratorio de drogas era tan grande que el equipo LFO tardó tres días en desmantelar y eliminar con cuidado el material químico que contenía.
De los 16 sospechosos detenidos la semana pasada, dos son de nacionalidad holandesa, uno turca y los otros 13 tienen pasaportes colombianos y serían los que dirigían el lugar, cree la Policía, aunque el establo es propiedad de un comerciante de caballos de 64 años, también arrestado.
Hubo otro detenido en la ciudad de Apeldoorn, relacionado con estos últimos, donde fueron localizados unos 120,000 kilogramos de material portador de cocaína.