Sudáfrica ha puesto en marcha un nuevo ensayo para testar en el país una potencial vacuna contra la COVID-19, en este caso un tratamiento del laboratorio estadounidense Novavax que se probará en paralelo al experimento de la vacuna de la Universidad de Oxford, iniciado en junio pasado.
Según anunció este lunes en un comunicado la institución que liderará el ensayo en Sudáfrica, la Universidad de Witwatersrand (Johannesburgo), los exámenes médicos de los primeros candidatos comenzarán hoy mismo, hasta alistar a unos 2,900 voluntarios de edades comprendidas entre los 18 y los 64 años.
Unos 240 de los voluntarios serán pacientes portadores del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH, desencadenante del sida).
El ensayo se enmarca en la fase 2 de desarrollo de esta potencial vacuna -bautizada NVX-CoV2373-, que ya ha dado resultados positivos respecto a la creación de anticuerpos en las pruebas preclínicas.
"La principal motivación para que las vacunas para la COVID-19 sean evaluadas en estadios tempranos en Sudáfrica es generar pruebas sobre cómo de bien funcionan en el contexto africano, en emplazamientos como el nuestro", explica el líder del estudio, el profesor Shabir Madhi, en el comunicado.
"Esto permitirá tomar decisiones informadas cuando se abogue por la adopción de esta u otras vacunas contra la COVID-19 en los países africanos, una vez se hayan probado seguras y efectivas. Participar en el desarrollo clínico de esas vacunas al inicio ayudará a que los sudafricanos estén entre los primeros en la línea de acceso", agregó el especialista sudafricano.
De acuerdo a la información difundida por la Universidad de Witwatersrand, el ensayo se realiza por iniciativa sudafricana después de que el propio Madhi dialogara personalmente con Novavax para impulsar el proyecto.
Este experto y su equipo dirigen ya en Sudáfrica otro ensayo, en estadio más avanzado, con otro posible tratamiento inmunitario, la vacuna ChAdOx1 nCoV-19 desarrollada por expertos del Instituto Jenner de la Universidad de Oxford (Reino Unido).
Con ese estudio, Sudáfrica se convirtió en junio pasado en el primer país africano en participar en ensayos con posibles vacunas contra la COVID-19.
Sudáfrica es el quinto país del mundo más golpeado por el coronavirus, con 587.345 contagios.
De ellos, 11.839 personas murieron y 472.377 fueron dadas de alta.
Esto supone que algo más de la mitad de todos los casos de COVID-19 detectados en África se han registrado en Sudáfrica, si bien hay que tener en cuenta que no todos los países ofrecen datos tan fiables como la nación austral.
Pese a los abultados números, el presidente del país, Cyril Ramaphosa, confirmó este domingo que el país parece haber pasado por fin sus máximos epidémicos y la pandemia remite.