Un empate sin goles que no sirve de mucho para ambos. Los del Faro llegaron a cinco puntos, y los universitarios arribaron a nueve.
Juego digno para el olvido. Empate a cero goles que no deja contentos a nadie, sólo al aburrimiento. Es entendible. Mazatlán es una nueva franquicia. Sí, los jugadores, la mayoría de ellos, estaban en lo que antes era Monarcas Morelia, pero ya pasaron cinco jornadas y no se ve que el equipo de Juan Francisco Palencia mejore más allá de ser un cuadro con una defensa sólida.
Y Pumas con forma pasan en vez de afianzarse la idea de que Andrés Lillini se quede como director técnico, deja más dudas, porque el cuadro universitario viene hacia abajo, dejando mucho qué desear en vez de admirar.
Un empate sin goles que no sirve de mucho para ambos. Los del Faro llegaron a cinco puntos, y los universitarios arribaron a nueve.
Después de una primera parte en donde los dos equipos se dedicaron sólo a amagar, en vez de intentar, en el segundo tiempo intentaron un poco más.
Tan igualados estaban que ambos tuvieron fallas descomunales frente a la puerta. La primera del Puma, Sebastián Saucedo, que de cara a la portería echó su disparo a la tribuna, y por el lado de Mazatlán, Miguel Sansores fallando un remate con la cabeza en el que mandó la pelota al poste.
Cuando ingreso Camilo Sanvezzo, los sinaloenses se vieron en otra revoluciones, con cinco minutos de constates llegadas, pero cuando se acabó el gas, el juego volvió a la intrascendencia.
Mazatlán y Pumas decepcionaron, No son equipos a los cuales se les pueda llamar como atractivos, un cero a cero que sólo deja la anécdota, nada más.