Con cubrebocas y careta en mano, los estudiantes que realizarán su examen de admisión a nivel bachillerato hicieron fila para entrar a la ESIQIE.
CIUDAD DE MÉXICO.- Eran las siete de la mañana cuando comenzó el movimiento a las afueras de la Escuela Superior de Ingeniería Química e Industrias Extractivas (ESIQIE) del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
Con cubrebocas y careta en mano, los estudiantes que realizarán su examen de admisión a nivel bachillerato hicieron fila para entrar a la ESIQIE, mientras sus familiares, como cada año, se ubicaron en un camellón cercano en el que no se hicieron esperar los puestos de comida e incluso de ropa.
El sentimiento de nerviosismo y miedo impera en este lugar por dos motivos: primero por el anhelo de que los jóvenes tengan una buena escuela para seguir sus estudios y también por la emergencia sanitaria del COVID-19.
"Pues sí hay miedo, pero no queda de otra, teníamos que acompañar a nuestros hijos a hacer el examen", comenta Adriana Figueroa, quien llegó desde muy temprano a la ESIQIE.
El sentimiento de ella es compartido. Aunque la mayoría de la gente porta su cubrebocas, esta mañana ha sido complicado guardar la sana distancia en la escuela ubicada en la zona de Zacatenco.
Las autoridades recomendaron que sólo un familiar acompañara a los aspirantes, pero incluso familias enteras llegaron a la ESIQIE y permanecen afuera de la institución.
"Creo que no se están siguiendo los protocolos que deberíamos seguir, pensaba que íbamos a estar más separados, de hecho los chicos igual estaban juntos, ya casi para entrar era cuando los separaban", comenta Fernanda Mares.
De igual forma, aunque la mayoría de las personas portan cubrebocas, en ocasiones la gente se lo retira para poder platicar o consumir algún alimento.
Fue hasta las 11 de la mañana cuando los primeros aspirantes salieron de la ESIQIE y caminaron hasta encontrarse con sus familias, quienes vivieron momentos de angustia al recuperar un poco de la libertad que el Covid-19 les ha arrebatado.