"Actualmente EU está sufriendo escasez de monedas. Por favor, usen débito, crédito u otro tipo de pago sin contacto si es posible", así reciben muchos establecimientos del país a los clientes al anunciar una de las inesperadas víctimas de la crisis de la pandemia.
En medio de la aguda crisis económica, con millones de personas en el desempleo tras una ola de despidos por la paralización de la actividad económica, la escasez de monedas es un símbolo de la falta de dinero que sufren muchas familias estadounidenses.
La situación ha llegado al punto de que varias asociaciones de comercios minoristas del país, entre ellas la National Grocers Association (NGA, en inglés) han instado formalmente en una carta a la Reserva Federal y al Departamento del Tesoro a tomar medidas "rápidas" al respecto y facilitar el flujo de monedas.
En concreto, subrayaron que el efectivo representa más de un tercio de los fondos intercambiados personalmente por los consumidores estadounidense, y tiene especial impacto entre las personas con menores ingresos.
En Estados Unidos, casi un 25% de la población no está bancarizada o está infrabancarizada, es decir, tiene que recurrir a servicios financieros no convencionales, por lo que tiene escaso acceso al dinero plástico.