Cuba confirmó este miércoles 35 nuevos contagios de COVID-19, un discreto descenso tras las elevadas cifras de los días anteriores en las que han incidido principalmente los recientes brotes aparecidos en las provincias La Habana y Artemisa atribuidos a indisciplina y relajamiento de las medidas de control.
La Habana, con 29 casos positivos detectados la víspera, tiene la situación más complicada desde el inicio de la epidemia y en la actualidad registra 7 eventos de trasmisión activos, según informaron hoy autoridades del Ministerio de Salud Pública (Minsap).
Esos últimos contagios se encuentran de manera dispersa en 10 de los 15 municipios de la capital cubana que desde el pasado lunes está en el centro de la epidemia con su retroceso a la fase de trasmisión autóctona limitada, que impone las medidas de protección y control más rigurosas en el enfrentamiento a la enfermedad.
A partir del estudio de 4.256 muestras PCR de exudados nasofaríngeos realizadas el martes en laboratorios de biología molecular del país caribeño también se encontraron en Artemisa 2 nuevos casos positivos que están relacionados con un brote en su municipio Mariel, 2 en Villa Clara, 1 en Holguín y otro en Matanzas.
Se reportaron 26 pacientes (74, 2%) que son contactos de casos confirmados, 9 (25,9 %) con fuente de infección que no ha podido ser precisada y 19 fueron asintomáticos (para un total desde marzo del 57,5 % de los confirmados).
En su rueda de prensa diaria televisada para actualizar el comportamiento de la enfermedad, el director de Epidemiología del Minsap, Francisco Durán, señaló que en el promedio de los últimos 15 días, el porcentaje de confirmados asintomáticos en el momento del diagnóstico se eleva a 69,4 %.
"Este comportamiento es característico de la COVID-19 y es lo que hace más difícil su control para cualquier país del mundo", recalcó la autoridad sanitaria.