La Bolsa de París vivió este martes una jornada de fuerte ascenso, el mayor desde el 2 de julio, con el ruido de fondo de la posibilidad de una vacuna anunciada por Rusia que propulsó su índice general un 2,41 %.
El indicador de tendencia subió de forma vigorosa desde el inicio de la sesión y de los 4.909,51 puntos del cierre del lunes rápidamente superó el listón simbólico de los 5.000 antes de que pasara una hora.
El resto del día ya no bajó de ese umbral. Llegó a alcanzar un máximo de 5.052,12 puntos, aunque finalizó en 5.027,99 puntos.
Eso significa que en una semana el CAC-40 se ha revalorizado un 2,77 %, aunque en el último mes el mercado francés ha retrocedido un 0,62 % y desde comienzos de año sigue acumulando pérdidas del 15,94 %.
Los operadores estuvieron atentos a la comunicación de las autoridades rusas sobre la obtención de una vacuna eficaz para el coronavirus que se empezará a producir industrialmente en septiembre, pero también a las dudas manifestadas en otras partes del mundo.
El parqué parisino tuvo un nivel de actividad medio-alto para un mes de agosto, a la vista de que cambiaron de manos activos por valor de 3.429 millones de euros.
Todas las empresas del CAC-40 cotizaron al alza, salvo el grupo tecnológico Worldline especializado en servicios de pago y transacciones, que cayó un 0,53 %.
Las que más ganaron fueron la inmobiliaria Unibail-Rodamco (8,43 %), la compañía de electrónica, aeronáutica y defensa Thales (7,06 %), la hotelera Accor (6,67 %) y el fabricante automovilístico Peugeot (5,83 %).
En términos generales, los incrementos más pronunciados correspondieron a algunos de los valores que más han sufrido en los últimos meses con el choque del coronavirus.