Científicos chilenos crearon un test de detección del coronavirus de bajo coste y no patentaron la técnica para que cualquier país del mundo que tenga problemas en efectuar testeos pueda usarlo y fortalecer su rastreo de casos de COVID-19.
Se trata de una variedad de examen "low cost", tanto en su producción como en los costos de procesamiento de las pruebas, con instrumentos ya existentes en casi cualquier laboratorio epidemiológico en cualquier lugar del planeta.
El test es similar al actual PCR que se utiliza a nivel internacional y recoge mucosa del paciente por medio de la introducción de un hisopo por la nariz; sin embargo, es el sistema de procesado de la muestra lo que hace de esta prueba una revolución.
El procesado podría abarcar unas 2.400 muestras diarias, el precio de cada prueba rondaría un dólar, tiene un 93 % de efectividad comprobada y con un resultado en 3 segundos.