El incendio forestal de Cherry Valley, un área residencial al este de Los Ángeles, que ha quemado ya más de 11,000 hectáreas, tuvo origen humano, confirmaron este miércoles las autoridades locales de California.
Así lo ratificó la Unidad del Bosque Nacional de San Bernardino en su última actualización sobre la evolución del fuego, que ha sido contenido en un 30 % de su extensión y se calcula que no podrá ser totalmente sofocado hasta el próximo 17 de agosto.
En concreto, el mal funcionamiento del tubo de escape de un vehículo diésel fue el origen de este incendio, conocido en EE.UU. como "Apple Fire", de acuerdo al Departamento de Silvicultura y Protección contra Incendios de California (CAL FIRE, en inglés).
En un comunicado, las autoridades que protegen los bosques afectados en esa zona explicaron que la actividad del fuego "se ha intensificado" en las últimas horas en las partes este y oeste del incendio, aunque esperan que el descenso de las temperaturas pronosticado a lo largo de la jornada de este miércoles ayude a los bomberos a contener mejor las llamas.
Hasta el momento, unas 7.800 personas han sido desalojadas de sus casas en Cherry Valley, una comunidad situada en el condado de Riverside, un número que no ha crecido en las últimas horas.
También a residentes de las áreas de Oak Glen y Potato Canyon, en el vecino condado de San Bernardino, se les pidió que desalojen sus casas como medida de precaución.
De momento no se han reportado heridos ni víctimas, aunque el fuego ha consumido al menos una casa unifamiliar y dos dependencias, según el departamento de bomberos.
Los vecinos evacuados están siendo alojados temporalmente en hoteles locales y en las instalaciones de una escuela secundaria de la localidad, manteniendo los protocolos necesarios por la COVID-19 como el control de la temperatura al llegar, las distancias de seguridad y el uso de mascarillas.
Lo que sí ha aumentado es el número de efectivos desplazados para combatir el incendio, dado que más de 2.500 bomberos se encuentran trabajando en el lugar para apagar las llamas.
El Servicio Meteorológico Nacional ha publicado imágenes tomadas por sus satélites que muestran que el humo generado por el incendio llega hasta Phoenix (Arizona), a casi 500 kilómetros de distancia.