Las autoridades de Nueva York arrestaron este fin de semana a tres personas por organizar una "fiesta ilegal" en un barco que navegó durante varias horas por el río al este de Manhattan con 170 personas a bordo y sin cumplir las normativas para contener el coronavirus, informaron este lunes medios locales.
La oficina del sheriff interceptó el viernes el conocido barco Liberty Belle, que habitualmente acoge fiestas y eventos para un máximo de 600 personas, y arrestó "a sus dueños y a su capitán por una fiesta ilegal" en la que se violaron las medidas de distancia social y la normativa de venta de alcohol, indicó el Cuerpo en su cuenta de Twitter.
De acuerdo al diario The New York Times, el barco partió con unas 170 personas de un muelle y tres horas después fue interceptado por las autoridades cuando iba a atracar, momento en que detuvieron a dos personas propietarias del navío, Ronny Vargas y Alex Suazo, y también al capitán, no identificado.
La presidenta del distrito de Manhattan, Gale Brewer, indicó que unos ciudadanos la alertaron sobre la fiesta en el barco y ella a su vez se lo comunicó al gobernador Andrew Cuomo y al alcalde Bill de Blasio, quienes pusieron el asunto en manos del la oficina del sheriff, la instancia que se ocupa de las infracciones civiles y sanitarias.
"Si queremos volver a una vida sin distancia social, eso significa que tenemos que evitar comportamientos irresponsables como los cruceros para beber, que ponen a otros neoyorquinos en riesgo, independientemente de cuánto extrañemos a nuestros amigos o conocer personas nuevas", explicó Brewer en su cuenta de Twitter.
La ciudad de Nueva York, gran epicentro de la pandemia de COVID-19 en Estados Unidos, ha logrado mantener a raya al virus desde los duros meses de marzo y abril a base de medidas de contención y pruebas masivas, y este domingo no registró ningún fallecimiento por esta causa en la gran urbe, donde han muerto más de 23.000 personas.
El estado está en fase avanzada de reapertura en todas sus regiones, incluida la Gran Manzana, y ha pasado de ser el primero al cuarto con más casos de coronavirus acumulados (416.000), superado por Texas, Florida y California, según el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.
Aunque el ocio está lejos de volver a la normalidad en Nueva York, muchos negocios, sobre todo restaurantes, están operando de nuevo y las autoridades inspeccionan a diario que se cumplan las medidas de seguridad para evitar repuntes, lo que ha llevado a la suspensión de licencia para vender alcohol de decenas de ellos.