Joaquín de Luz ignaugura hoy el festival Veranos de la Villa

Madrid, 29 julio.

La española Compañía Nacional de Danza (CND) tenía "el deber" de bailar de nuevo y por eso, "con cuidado pero sin miedo", es una de las primeras formaciones del mundo en volver a los escenarios: "Es un milagro estar aquí", asegura su director, Joaquín de Luz, que inaugura hoy el festival Veranos de la Villa.

El festival madrileño, que está dedicado a las víctimas del coronavirus, ha reducido su 36 edición del 29 de julio al 30 de agosto y la ha trasladado a donde estuvo hasta 2008, el Centro Cultural Conde Duque.

Para esta noche y mañana ya se han vendido las 400 localidades habilitadas en el patio del Conde Duque, y la venta para el resto de funciones y artistas "va muy bien", ha explicado hoy a EFE el director de esta edición, Ángel Murcia. El público, ha recalcado Murcia, tiene que "centrarse en disfrutar, traer la mascarilla y venir con un poco de tiempo. No se tiene que preocupar de nada mas".

"Es un milagro que estemos aquí bailando con lo que ha caído y lo que está cayendo. Cuando estrenamos este programa la pasada semana en el Festival de Granada sentimos algo increíble, casi religioso, eterna gratitud por esa luz de los focos en la cara. Somos una de las primeras compañías del mundo que estamos bailando en un formato casi normal", ha subrayado De Luz en una entrevista con EFE.

Del "milagro" dio cuenta el New York Times hace dos días, cuando tituló que la CND había bailado en Granada "con cuidado, respeto y con público" y destacaba que la compañía había roto el confinamiento con la máxima seguridad y "sin miedo". "Hay que tener fuerza, hay que hacer cosas. Somos una compañía publica y tenemos el deber de estar ahí. El entusiasmo es contagioso", recalca.

El coreógrafo y bailarín, que se ha hecho cargo de la compañía española tras pasar la mayor parte de su carrera en Estados Unidos, explica que durante el confinamiento le pasó "una cosa maravillosa" y es que tras recibir la llamada de Ángel Murcia para que la CND estuviera en el festival y que él bailara "se desatascó" y empezó a controlar "la montaña rusa de emociones y la presión de la creación".

"Desbloqueé mi mente con lo físico, aproveché para ponerme en forma y eso a su vez me ayudó mentalmente. Empecé a crear la 'Giselle' que estrenaremos en diciembre. He salido totalmente inspirado. Nada es igual pero la CND tiene que ser el referente y dar el primer paso para que las otras sigan", insiste.

En medio de su preparación para Veranos se "cruzó" el festival de Granada y gracias a eso crearon entre él, Mar Aguiló y Pino Alosa la pieza "Arriaga", dedicada al compositor bilbaíno (1806-1826).

"Fue un proceso bastante difícil porque son 30 minutos y tres coreógrafos y solo nos pudimos tocar la semana antes del estreno. Estar partido en cuatro grupos fue todo un sudoku. Cuando nos dieron luz verde para el estreno elaboramos un protocolo muy completo. Todo súper seguro, todos los cabos están atados", recalca. La coreografía descansa en su mayoría en el adagio-allegretto del cuarteto de cuerda número 1 de Arriaga, una melodía con la que quieren transmitir "la emoción de volverse a escuchar".

"Estamos súper contentos con esa pieza porque no es fácil unir tres voces tan diferentes. Hemos trabajado con la filosofía japonesa del kintsugi, la de unir con oro las piezas rotas de un jarrón. Queríamos sacar toda la luz y la belleza y es también un tributo a los sanitarios, a los que dedicamos una especie de minuto de silencio en la pieza".

En Granada, la CND estrenó también "A suite of dances", la pieza de Jerome Robbins con música de Bach interpretada por la violonchelista Iris Azquinezer y que supone la vuelta a los escenarios de De Luz (1976).

"Siento una inmensa gratitud por esta oportunidad. Tengo el estómago lleno de mariposas y me enfrento al escenario con un gran respeto al publico y a mis compañeros. Es un regalo que esté aún bailando", señala el artista, que ha interpretado la pieza de Robbins en numerosas ocasiones en el New York City Ballet, la que fue su casa artística hasta su despedida en octubre de 2018.

El programa de esta noche se completa con "Festival de las flores en Genzano", de August Bournonville, y "Love Fear Loss", de Ricardo Amarante.

Tras Veranos, la CND cogerá vacaciones para regresar en septiembre con un ritmo frenético: estrenarán en noviembre en el Real "Apollo", de Balancine y "Concerto DSCH" de Sostakovich, y en diciembre "Giselle", "una enormidad" de la que ya tiene todo el segundo acto. "Quizá baile yo el 'Concerto' -se ríe- pero lo que va a haber seguro es varias sorpresas, de colegas que están sin bailar y que nos acompañarán", adelanta.

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