Las muertes por COVID-19 en el Reino Unido se elevan este miércoles a 45.501 tras sumar 79 en 24 horas, con lo que el país se afianza como primero de Europa y tercero del mundo más afectado por la pandemia, indicó el ministerio de Sanidad.
Aunque el Gobierno ofrece las cifras de decesos confirmados por una prueba diagnóstica, otras estadísticas indican que el número real de defunciones atribuibles al virus supera las 56.100 en territorio británico.
El ministerio señaló que se han detectado hasta la fecha 296.277 contagios, de los cuales 560 se registraron entre el martes y el miércoles.
Las cifras se conocen después de que varios expertos declararan el martes ante una comisión del Parlamento que el Reino Unido no podrá volver "a la normalidad" para Navidad, como anticipó hace unos días el primer ministro, Boris Johnson, sino que la población tendrá que convivir con la COVID-19 "durante muchos años".
El ministro de Sanidad, Matt Hancock, dio luz verde este miércoles a las visitas en las residencias de ancianos, siempre y cuando las autoridades sanitarias locales puedan garantizar la seguridad de los residentes, y anunció la publicación de una guía para ayudar a los centros a protegerse correctamente.
El Ejecutivo conservador prosigue así con sus planes de desconfinamiento a fin de reactivar la economía, y confía en controlar el virus a través de su sistema de detección, rastreo de contagiados y confinamientos selectivos mientras continúan las investigaciones para hallar una vacuna.