Los expertos advierten que aun si en la fase 3 de pruebas estas vacunas son exitosas, la etapa de producción solamente podría comenzar a inicios o mediados del año próximo.
La carrera por encontrar una vacuna contra el coronavirus entró a una etapa definitiva. Tres proyectos han comenzado la fase 3, consistente en ensayos masivos: uno chino, otro británico y el último australiano, mientras que Rusia anunció que podría tener lista su vacuna para comercializar pronto, en octubre.
Aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene registrados 140 proyectos y hay otro medio centenar sin registrar, unos pocos son los que van a la avanzada, incluyendo el de la Universidad de Oxford-AstraZeneca y el chino de la firma Sinovac.
La prestigiosa revista The Lancet anunció este lunes que el de Oxford generó una "fuerte respuesta inmunitaria" en un ensayo con más de mil pacientes, mientras que el de Sinovac, bautizado como CoronaVac, provocó una fuerte reacción de anticuerpos en la mayoría de los 500 participantes, aproximadamente, de otro ensayo, realizado en Wuhan, donde se originó el Covid-19.
Tanto este proyecto como el de Sinovac usan como base un adenovirus modificado, que no se replica, lo que hace más seguras a las vacunas, en particular para los pacientes más frágiles, y permite al sistema inmune de las personas aprender la forma de luchar contra el virus. Ninguno de estos dos ensayos generó efectos indeseables graves. Lo que más se observó fue fiebre, fatiga y dolor en el punto de inyección de la vacuna.
Ambas comenzaron ya la fase 3, la última de pruebas experimentales. Las vacunas deben demostrar que son capaces de evitar que una persona se enferme, que la inmunidad es extendida y que son realmente seguras para su uso. Implica la existencia de un grupo de control, al que se le da placebo, con el fin de verificar mejor la eficacia de la vacuna real.
Brasil, el segundo país más golpeado por la pandemia a nivel mundial, se convirtió en el laboratorio de pruebas de ambas vacunas.
Los expertos advierten que aun si en la fase 3 de pruebas estas vacunas son exitosas, la etapa de producción solamente podría comenzar a inicios o mediados del año próximo.
Otra cura que está en fase 3 es una que desarrolla el Instituto Murdoch de Investigaciones Infantiles, en Australia, y que usa como base la vacuna contra la tuberculosis BCG. El objetivo no es proteger directamente contra el Covid-19, sino generar una respuesta inmunológica.
No son las únicas en la competencia. La estadounidense Moderna fue la primera en mostrar avances y anunciar que su vacuna genera anticuerpos neutralizantes. Los científicos inyectan fragmentos de ARN (código lineal genético), que comienza a producir proteínas virales, para desatar una respuesta inmunológica. Provocó una fuerte respuesta inmunitaria en los 45 voluntarios que participaron en la fase 1.
Otra vacuna que llama la atención, también de China, es la de la firma CanSino Biologics y el Instituto de Biotecnología de Beijing, que anunció resultados prometedores de la fase 2, aplicada a unos 500 participantes. Es la primera vacuna que es autorizada para su uso, aunque sólo por ahora en el ejército chino.