COVID-19 le arrebata a su padre y esposa en Monclova

“Es algo que no le deseo a nadie. Pero mis hijos y demás seres queridos me dan la fuerza para salir adelante”

Jesús Miguel Llanes Marines es padre de familia y médico, el coronavirus le arrebató a esposa, una paramédico de Cruz Roja, y a su padre; lo postró a él, a su madre y a sus hijos contagiados, pero no acabó con su fortaleza, ni sus ganas de luchar por sus pequeños, ni contra la enfermedad.

El doctor Llanes Ramírez, es un joven urgenciólogo adscrito a la Torre COVID del Hospital General de Zona (HGZ) No. 7 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Monclova, Coahuila.

El virus SARS-coV-2 causó serios estragos en su familia, “Es algo que no le deseo a nadie. Pero mis hijos y demás seres queridos me dan la fuerza para salir adelante”, sostuvo el galeno, quien reveló que también su madre y sus dos hijos fueron víctimas de la enfermedad.

Relató que su experiencia con el COVID-19 inició a mediados de marzo, al suscitarse una serie de casos en el HGZ No. 7, y recordó que tuvo contacto con pacientes y personal del Instituto que se contagiaron, por lo que decidió realizarse una prueba, que dio negativa.

Al iniciar la reconversión del hospital, nació el modelo de atención a pacientes y el 4 de abril, se formó el primer equipo COVID en el país, y como especialista en urgencias, se integró en automático.

Su jornada de trabajo en el piso tres era acumulada, extenuante y a veces cansada; sin embargo, no se daba por vencido, había que atender a 32 pacientes, 14 de ellos estaban intubados. En un inicio había incertidumbre, pero también un equipo multidisciplinario muy valiente al frente de batalla.

Entre el 10 y 11 de abril, mientras se esmeraba en salvar la vida de pacientes hospitalizados, en su casa su padre, su madre y su esposa empezaron a manifestar síntomas de coronavirus.

Fiebre, tos y dolor muscular se hicieron presentes, pero Llanes Ramírez estaba asintomático y seguía con sus funciones en el nosocomio. El panorama cambió para su familia cuando su padre empezó a sufrir problemas de respiración y tuvo que hospitalizarse.

“Para mí fue muy duro estar en el piso y ver llegar a mi padre. Por supuesto que lloré, porque yo sabía lo que venía”, aseguró. Para mantenerlo con vida lo intubaron. Las posibilidades de sobrevivir eran pocas.

Tras confirmarse que su padre era un paciente COVID, se ordenaron las pruebas para los demás integrantes de la familia y todos resultaron positivos.

Su padre murió y su esposa fue internada

 

Narró que su padre ingresó el 18 de abril por la noche y murió tres días después, era de noche y sintió que el mundo se le venía encima. El 21 de abril, horas antes de que su padre falleciera, se hizo una segunda prueba, esta vez resultó positiva.

El 22 de abril, mientras estaba en aislamiento y trataba de asimilar la pérdida de su padre, su esposa Miriam Cantú Camarillo, se agravó por la madrugada y fue hospitalizada. Estuvo 20 días internada, 19 bajo sedación y con apoyo ventilatorio.

Ella falleció el 11 de mayo, 24 horas después del Día de la Madre; otro duro golpe a su fortaleza. Para ese entonces ya se había reincorporado a su trabajo, después del aislamiento y un examen que dio negativo.

“Estuve todo el día con ella, fue algo muy doloroso. Me quebré, no sabía cómo decirle a sus papás y a mis hijos”, expresó entre lágrimas.

Cantú Camarillo tenía 27 años edad, era de Nuevo Laredo, Tamaulipas, y se conocieron en Saltillo cuando estudiaban medicina; pronto se hicieron novios y se casaron el 3 de agosto de 2012, tiempo después tuvieron dos hijos, Andrea y Jesús.

En Monclova, ella ingresó a la Cruz Roja, donde laboró como paramédico, su deseo siempre fue ayudar.

Una foto monumental Miriam Cantú, así como su semblanza están, en la galería de homenaje del Hospital Movil Amparo Pape, donde se les rinde tributo a todos los trabajadores de la salud que murieron salvando vidas durante el brote de COVID-19 en Monclova.

Su padre: un ejemplo para él

 

Como padre, fomentará siempre en sus hijos el amor por su abuelo, Jesús Llanes Gómez, quien por mucho tiempo trabajó para el sector salud y a quien siempre recordará con gran orgullo.

“Mi papá tenía 64 años de edad, quería mucho a sus nietos, fue un papá muy amoroso”, reiteró.

En el Día del Padre, expuso, celebra el privilegio de tener a sus hijos con bien y saludables; Reafirmó que siempre luchará por ellos y los seguirá para tenderles la mano.

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