De acuerdo con versiones preliminares, el enfrentamiento habría dejado al menos cinco personas muertas, pero no es confirmada por las autoridades.
La madrugada de este lunes se registró un segundo choque violento entre habitantes ikoots de San Mateo del Mar, en el que nuevamente participaron integrantes del Ayuntamiento, encabezado por el edil Bernardino Ponce Hinojosa, y de la Unión de Agencias y Comunidades Indígenas Ikoots.
De acuerdo con versiones preliminares, el enfrentamiento habría dejado al menos cinco personas muertas, pero no es confirmada por las autoridades.
Según la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO), personal de la Vicefiscalía del Istmo de Tehuantepec y de la Defensoría de Derechos Humanos del pueblo de Oaxaca (DDHPO), están en espera de que existan las condiciones de seguridad para ingresar a la zona.
Según autoridades comunitarias, este segundo hecho de violencia ocurre luego de que elementos de la Policía Estatal y la Guardia Nacional habrían escoltado a habitantes de San Mateo del Mar a Huazantlán del Rio, donde se llevaría a cabo una asamblea comunitaria, lo que finalmente no sucedió.
Fue en este punto donde se desató la violencia.
Por la madrugada se registró otro choque de violencia entre ambos bandos en conflicto, el cual, presuntamente, dejó al menos cinco personas muertas, pero versiones aún sin confirmar indican que podrían ser hasta 15.
Ante la escalada del conflicto, el gobernador Alejandro Murat informó que los titulares de las secretarías de Seguridad Pública (SSPO) y General de Gobierno (Segego), Raúl Ernesto Salcedo Rosales, y Héctor Anuar Mafud Mafud, se trasladaron a San Mateo del Mar para que "brinden todo el apoyo a las familias de las víctimas y se garantice seguridad en las comunidades involucradas".
El primer enfrentamiento con el que escaló la violencia ocurrió ayer al mediodía, en un filtro sanitario contra el Covid-19, ubicado en la agencia de La Reforma, donde los integrantes de la Unión de Comunidades Indígenas se enfrentaron contra funcionarios municipales, con un saldo de al menos 5 heridos.
Las comunidades informaron que en el lugar se encontraron con llantas incendiadas y hombres con el rostro cubierto con armas de fuego que les impedían el paso y, posteriormente, comenzaron a disparar en contra de los pobladores, hiriendo a varias personas.
"Las mujeres y hombres de las agencias al trasladarnos al punto de reunión fuimos detenidos a la altura de la Agencia de Reforma, lugar en donde supuestamente había un filtro sanitario.
"Encontramos sobre carretera llantas incendiadas por doquier que nos impedían el paso, atrincherados entre las llamas, hombres con el rostro cubierto empezaron a accionar sus armas de fuego, hiriendo de inmediato a varias personas que estaban en las camionetas.", indicó su versión en un comunicado la Unión de Agencias y Comunidades Indígenas Ikoots.
Culparon por este atentado al edil de San Mateo del Mar, Bernardino Ponce, y uno de sus asesores, Jorge Arroyo.
Además, pidieron la presencia de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y de la Defensoría de Derechos Humanos de los Pueblos de Oaxaca (DDHPO) para constatar las agresiones a los derechos humanos y las constantes agresiones causadas por el presidente municipal y sus seguidores.
"Hacemos un llamado urgente al pueblo de Oaxaca, a organizaciones de la sociedad civil, a organismos de Derechos Humanos nacionales e internacionales, y a los gobiernos estatal federal", informaron.
El grueso de las comunidades ikoots de San Mateo desconoce a Bernardino Ponce como presidente municipal, pues fue avalado pese a incidentes de violencia el día de la elección.
Además, lo señalan por un ataque previo ocurrido el 2 de mayo, en el que fue asesinado uno de los pobladores que desempeñaba un cargo auxiliar.
Al respecto, el Ayuntamiento emitió un comunicado oficial en el que aseguró que fueron unas 30 personas de las agencias quienes agredieron a los habitantes que tenían instalado el filtro sanitario a la altura de la localidad "La Reforma".
Aseguraron que portaban armas de grueso calibre y que ellos fueron los primeros en disparar.
El municipio aseguró que la agresión también se dio con palos y machetes, y la causa fue que se negaron a que se sanitizaran las llantas de los vehículos. Además, pidió que se investigue a cuatro ciudadanos que, según su versión, encabezaban al grupo de personas.
Ante esos hechos, ambos grupos solicitaron la presencia de la policía Estatal y la Guardia Nacional, elementos que poco pudieron hacer para calmar los ánimos de los confrontados.
La Unión de Agencias y Comunidades Indígenas Ikoots manifestó que ante este clima de violencia teme por la vida de sus habitantes, ya que la Guardia Nacional y la Policía Estatal se ven rebasadas por las personas armadas y responsabilizan a los mandos de estas dependencias de seguridad, por no intervenir en este problema.