indicó que se deberá evaluar por entidad federativa cuándo y cómo puede la parte educativa regresar, y cuál debe seguir en forma virtual.
MONTERREY, NUEVO LEÓN.- Los ocho Gobernadores de los estados de Coahuila, Colima, Durango, Guanajuato, Jalisco, Nuevo León, Michoacán y Tamaulipas reconocieron que el Gobierno Federal haya escuchado el planteamiento de que sean los Estados quienes propongan el tema de cómo están y qué tienen que hacer cada una de las entidades federativas del País en esta emergencia sanitaria.
De la misma manera, se leyó una propuesta para lo que a su juicio son las bases necesarias para la discusión pública de cómo enfrentar tanto la crisis sanitaria como la crisis económica, ambas generadas por la epidemia por Covid-19.
Durante la Reunión Interestatal, que se llevó a cabo en esta ciudad, Miguel Ángel Riquelme Solís, Gobernador de Coahuila, mencionó que durante esta y las reuniones pasadas se han analizado los indicadores de la reactivación económica; la capacidad hospitalaria de cada estado y el número de pruebas que se hacen por entidad federativa, y por ende y adelantándose a tomar acciones, surgió la propuesta de gobernadores para instruir a los Secretarios de Salud y de Educación a establecer protocolos seguros dentro del regreso a clases.
Riquelme Solís indicó que se deberá evaluar por entidad federativa cuándo y cómo puede la parte educativa regresar, y cuál debe seguir en forma virtual.
“Nos estamos organizando para ver la viabilidad de las fechas que se presentan por parte del Gobierno Federal o establecer las propias en el futuro, de acuerdo a las circunstancias o los indicadores que presente cada entidad federativa”, aseguró.
PRUEBAS RÁPIDAS
Por su parte, Jaime Rodríguez Calderón, Gobernador de Nuevo León, expuso que se ha instruido al grupo de trabajo de salud para que genere un algoritmo para las pruebas rápidas, que contribuya a dar mayor certidumbre en los resultados y asegure la utilización de los recursos aplicados en sus adquisiciones.
“Este algoritmo se deberá hacer analizando las particularidades de cada estado”, dijo.
De la misma manera, aseguró que las Reuniones Interestatales en temas de salud han arrojado resultados positivos, pues los datos así los prueban.
Explicó que en al caso de ocupación por Covid-19, estos 8 estados tienen una ocupación promedio del 30 por ciento, mientras que la media nacional casi llega a 50 por ciento.
En el caso de ocupación de camas de terapia intensiva, estos 8 estados tienen en promedio una ocupación del 24 por ciento; la media nacional es casi del 40 por ciento.
En promedio de casos nuevos por día, en estas regiones se tiene promedio de 110 casos diarios, mientras que la media nacional es de 4 mil 296.
El promedio de casos positivos de estas regiones es el 27 por ciento en relación al número de pruebas que se hacen; la media nacional es del 36 por ciento.
“Estos indicadores son algo que nos permite decir con certeza que el camino que hemos seguido es el adecuado para poder convivir con el virus y empezar con el tema de la reactivación económica de manera moderada y con protocolos”, enfatizó Rodríguez Calderón.
Por su parte, Silvano Aureoles, Mandatario de Michoacán, leyó la propuesta para enfrentar la epidemia por Covid-19 en estos estados.
Recordó que en días pasados se rompió la barrera de los 5 mil contagios diarios, y que seguramente hoy se llegará a la cifra de 20 mil defunciones por este virus.
“A esto se suma los primeros impactos de la profunda crisis económica, que en un mes ha provocado la pérdida de un millón 30 mil empleos formales, de acuerdo a cifra del IMSS”, dijo.
Agregó que ante ello, los gobernadores de estas 8 entidades plantearon lo que a su juicio, son las bases necesarias para la discusión pública de cómo enfrentar la doble crisis.
Esto es, encarar la doble crisis bajo principios federalistas, es decir, a partir la coordinación plena y un diálogo útil, productivo, y constructivo entre la Federación, los Estados y los Municipios.
Reorientar los recursos necesarios hacia Estados y Municipios para atender de manera oportuna la emergencia sanitaria, la crisis económica y pérdida del empleo.
Incrementar el presupuesto destinado a los sistemas estatales de salud, con el objetivo de fortalecer en los rubros de personal, infraestructura, insumos y medicamentos. Para esto, hoy hay mecanismos como el préstamo otorgado al Gobierno Federal por el Banco Mundial.
Se sugiere revisar y adecuar el Pacto Fiscal para revertir las desigualdades regionales, desequilibrios entre el Centro y las partes en la distribución de los recursos de la hacienda pública.
Es igualmente urgente la construcción, desde la Federación, de un plan de largo alcance que contemple las medidas contracíclicas necesarias para enfrentar la crisis económica más aguda que se tenga memoria en el País.
Impulsar un programa amplio para rescate de las micros, pequeñas y medianas empresas (MyPIMES) en todo el País.
Es momento de analizar el ingreso básico universal como una medida que garantice mínimos de bienestar a los más de 50 millones de mexicanas y mexicanos en pobreza, y más de 10 millones que según algunas previsiones traerán como consecuencia de la epidemia.
Revisar y analizar en el marco de una convención nacional hacendaria el modelo de tributación en México, y encaminar esfuerzos hacia una progresiva reforma fiscal.
Analizar y considerar el seguro de desempleo como un alivio rápido y efectivo ante la pérdida de empleos formales y de ingresos de los sectores informales.
Utilizar todos los mecanismos con los que cuenta el Estado mexicano como deuda o apertura de organismos internacionales para dotar de recursos al País e iniciar un proceso de reactivación económica y social.
La reactivación económica y social debe tener un enfoque de sustentabilidad y garantice la conservación y el uso sustentable de los recursos naturales.
Posponer proyectos que difícilmente aliviarán la crisis en el corto plazo o programas que han derivado en rotundo fracaso, y reorientar los recursos públicos de forma más homogénea y justa hacia la reactivación en Estados y Municipios: Proyectos como la refinería de Dos Bocas; el Tren Maya; el Aeropuerto de Santa Lucía o el programa Sembrando Vida, que anualmente consume alrededor de 30 mil millones de pesos.