aunque hay resistencia por acabar con los vicios del pasado
El regreso a la llamada "nueva normalidad" no fue como se tenía planeado en la Ciudad de México. Por más de ocho horas taxistas, artesanos, choferes de servicio por aplicación, comerciantes y hasta policías de distintas corporaciones tomaron arterias importantes, lo que trajo como consecuencia tránsito pesado, caos vial y agresiones entre civiles que buscaban llegar a sus trabajos y los inconformes.
Los taxistas, integrantes de varias organizaciones, tomaron la avenida Juárez, Eje Central y gran parte del Periférico, en la zona sur de la Ciudad, para exigir la liberación de los apoyos por 25 mil pesos que ofrece el Gobierno capitalino y que hasta el momento no han recibido, por lo que aseguraron estar a punto de perder sus unidades.
Sobre avenida Revolución y Benjamín Franklin los operadores de transporte través de aplicaciones como Uber, Cabify y Didi cerraron por dos horas ese cruce; exigían a las autoridades que les levanten las restricciones impuestas por la contingencia sanitaria y detallaron que en los dos últimos dos meses la prestación del servicio cayó hasta 60%, por lo que sus ingresos también disminuyeron.
Casi al mismo tiempo, centenares de policías, entre elementos de la Policía de Investigación (PDI), de la Secretaria de Seguridad Ciudadana (SSC) y del Sistema Penitenciario, protestaron para demandar a las autoridades respeto a su trabajo, mejoras salariales, el bono que les prometieron desde el año pasado y que no han recibido, además de la liberación de dos de sus compañeros acusados por agredir a una manifestante durante la protesta antifascista.
Al respecto, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo, aseguró que se mantendrá firme en su postura de contar con una policía libre de corrupción o abusos, "aunque hay resistencia por acabar con los vicios del pasado".
Dijo que les ha brindado apoyo, sobre todo económico, "eso significa el aumento salarial que dimos el año pasado y otro éste.
Acerca de la inconformidad por los dos elementos detenidos por supuestos abusos contra una menor durante la última marcha, sostuvo que es un tema que lo definió el Tribunal Superior de Justicia.
Alejandro Castro González, policía auxiliar y representante del movimiento 140+1, expuso que los elementos de todas las corporaciones de la capital se enfrentan a diario: "a qué nos agredan, insulten, a malos tratos, a qué nos quemen, a varios compañeros los han quemado y las autoridades sólo dicen que nos apeguemos a los protocolos, es fácil decirlo desde las oficinas".
Los grupos inconformes realizaron diversos circuitos en el primer cuadro de la capital y reiteraron su llamado de proteger los derechos de los que integran los cuerpos de seguridad y que dejen de ser tratados como un enemigo.