Volviendo a la realidad
Lo más complicado para su servidor de volver a la “nueva normalidad” es el hecho de tener un horario de oficina. Es cierto que las primeras semanas de la pandemia y que nos tocó estar en casa tratamos de mantener una rutina de horario normal: trabajo partido en la mañana y continuando en la tarde, pero a la postre se fue deformando hasta el hecho de tener horarios más o menos así: trabajo de 8 a 11, desayuno – descanso – dormir, trabajo de 13 a 16, comida – descanso – dormir, trabajo de 19 a 22, cena – trabajo – leer – trabajo. Más o menos en ese orden, hasta el grado de traer períodos de sueño totalmente atípicos y rutinas de trabajo de 1 a 4 de la mañana.
Escribo desde la comodidad de un teclado en un ambiente fresco, con cierto grado de culpa. Hace unos días se dieron a conocer las cifras de la Encuesta Telefónica de Ocupación y Empleo (ETOE) del INEGI y son francamente alarmantes: durante la pandemia aproximadamente 12 millones de personas dejaron de tener actividad económica, repartidos en 2.1 millones de empleos formales y el resto de informales. Eso sin contar todos aquellos que si bien tuvieron algún ingreso durante este período no tienen certeza de que cuando vuelvan a sus labores, mantengan su empleo.
Como comenté hace algunas semanas con algunos amigos: no me daba miedo lo del #COVID19 por sí mismo (aunque le tengo mucho respeto al contagio, he hecho lo que recomiendan las autoridades de salud, guardándome en casa la mayor parte del tiempo), sino las afectaciones que tendría entre la economía de las personas. Si bien han dado cifras de todo tipo para nuestro país, lo cierto es que volviendo a la “nueva normalidad” es cuando empezaríamos a ver las consecuencias de la inactividad económica.
Muchas empresas no podrían seguir sosteniendo la misma cantidad de empleados, las pequeñas y medianas empresas que sobreviven se las están ingeniando para poder seguir adelante y en ese inter, es menester recortar personal sí o sí. Me parece adecuado que el ciudadano Presidente haya dado el visto bueno para levantar la restricción para que algunos sectores de la economía abran de nuevo actividades. Algunos de los cuales nunca debieron detenerse. Lo que no me parece adecuado es que haya salido a sus giras cual político en campaña y menos aún que él y sus cercanos parezcan no preocuparse demasiado por la situación económica de quien tanto dicen beneficiar: del ciudadano de a pie.
“No puedo respirar”
Es sabido de muchos el caso de George Floyd, un afroamericano de 46 años asesinado por el policía Dereck Chauvin en la ciudad de Minneapolis, Minnesota. También que muchos de nuestros paisanos han expuesto su indignación ante tal hecho, algunos de ellos comentando que eso sólo sucede en EEUU. ¿Es en serio? Aquí en México a diario suceden actos de racismo y violencia contra la mujer, contra indígenas y en general contra cualquier persona en situación de vulnerabilidad física y social. Hay que mostrar empatía, pero también coherencia. O como se dice popularmente “tantita madre”.
Ganar más que el presidente
La SCJN avaló que funcionarios de Banxico, INE e IFT puedan recibir salarios mayores a los del presidente. Hubiese sido mejor saber que “investigadores de tal o cual Universidad” pudieran hacerlo, pero es un inicio. Parece poco razonable que por decisión presidencial gente más capaz en un ramo específico no pudiera ganar más que el preciso.
Jorge M @tar.mx Instagram