CIUDAD DE MÉXICO.- La Asociación de Fabricantes de Motores y Equipos (MEMA, por sus siglas en inglés) envió una carta al secretario de Estado, Mike Pompeo, donde le piden que abogue por que las plantas de motores y autopartes en México reanuden operaciones el 12 de mayo.
Esta fecha se anticipa cinco días al 18 de mayo, cuando varias plantas automotrices volverán a operar en Estados Unidos.
MEMA indicó que es esencial que los fabricantes de autopartes establecidos en el país vuelvan a sus actividades normales en esa fecha.
"Sin las autopartes de México sería virtualmente imposible que la industria automotriz en Estados Unidos vuelva a operar.
"Los proveedores pueden reabrir mediante un aumento en la producción repartido en varios turnos para asegurar el distanciamiento social y permitir la higiene en las plantas", indicó Bill Long, presidente y CEO de MEMA, en la carta enviada.
MEMA destacó que ningún otro sector es más complejo en cuanto a su cadena de proveeduría que el automotriz y tampoco ningún otro genera la cantidad de empleos directos en el sector manufacturero que los fabricantes de autopartes, los cuales emplean a 871 mil personas en Estados Unidos.
Mientras que en México, los fabricantes de autopartes emplean a 893 mil trabajadores.
La Asociación reiteró que entienden el problema de salud por el que atraviesa México a causa de la pandemia de Covid-19; sin embargo, detalló que los fabricantes de autopartes cuentan con equipo de protección para su personal avalados por el Centro de Control de Enfermedades en Estados Unidos y la Organización Mundial de la Salud.
Además, se implementarán medidas para los trabajadores como sanitización de las plantas, distanciamiento social, supervisión de los empleados y las que sean necesarias para reabrir las plantas en México.
Entre las 90 empresas que conforman MEMA están Brembo, Brose, Magna, Marelli, Martinrea, Meritor, la mexicana Nemak, Continental, Bridgestone, Delphi, Dana, Denso, Faurecia, PPG Automotive, Robert Bosch, Schaeffler, Valeo y ZF.
"Sin las autopartes de México sería virtualmente imposible que la industria automotriz en Estados Unidos vuelva a operar.