AGENCIAS/EL TIEMPOA 53 años de renunciar a las Fuerzas Armadas
La carrera de Muhammad Ali, considerado por muchos el mejor pugilista de la historia, estuvo cerca de terminar a los 25 años, cuando se negó a integrar el ejército de Estados Unidos para la Guerra de Vietnam.
Este martes se cumplirán 53 años del día en que Ali, entonces campeón del mundo de peso completo, permaneció inmóvil y sin responder a los llamados del teniente cuando tres ocasiones le pidieron dar un paso al frente en la base de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos.
Cassius Marcellus Clay Jr. nació el 17 de enero de 1942 en Louisville, Kentucky. De raza negra, en una época donde existía el racismo, comenzó a practicar boxeo a los 12 años y en 1960 se agenció la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Roma, lo que presagiaba una carrera importante.
Así lo demostró el 25 de febrero de 1964, cuando venció a Sonny Liston para convertirse en campeón de peso completo del CMB y de la AMB; días después se cambió el nombre a Muhammad Ali para dejar en el olvido su pasado, decía, como descendiente de esclavos.
Letal y provocativo, Muhammad Ali hizo nueve defensas de sus títulos en los tres años siguientes y era el máximo ídolo del pugilismo, pero abajo del ring empezaban los problemas.
El castigoFue requerido para incorporarse a las filas del ejército, pero consiguió algunos aplazamientos que le permitieron defender sus títulos de campeón mundial, hasta que llegó el 28 de abril de 1967, sin la posibilidad de uno nuevo.
Llegó a la base de las Fuerzas Armadas en Houston y fue llamado en repetidas ocasiones como Muhammad Ali y Cassius Clay, pero estuvo en silencio y sin moverse pese a los comentarios de que podía ser condenado por desertor. Mantuvo su postura.
La decisión del pugilista le costó caro, pues horas más tarde, la Comisión Atlética del Estado de Nueva York lo despojó de su título mundial y de su licencia de boxeador, lo que se repitió en otros estados y se quedó sin la posibilidad de pelear.
Sin arrepentimiento por la amenaza de ser sentenciado a cinco años de cárcel y pagar una multa de 10 mil dólares, Ali siguió en libertad tras pagar una fianza, pero el 19 de junio de ese año lo declararon culpable de negarse a formar parte del ejército.
Sin pisar la prisión al pagar una fianza y tras presentar recursos de apelación, el pugilista estuvo más de tres años y medio sin pelear desde que hizo su última defensa, el 22 de marzo de 1967 con Zora Folley.
La esposa de Ali en ese entonces, Belinda Ali, aseguró que el pugilista creía que su carrera había terminado y que no volvería a un ring. Cuando fue declarado culpable tenía 25 años, en un gran momento de su carrera y el futuro incierto.
Se dedicó a dar pláticas-discursos en escuelas y universidades y en ningún momento se retractó. Pasaron más de tres años sin pelear hasta que apareció la luz al final de túnel.
Fue en septiembre de 1970 cuando un juez federal de Texas dijo que el castigo al pugilista había sido arbitrario e irrazonable, y días después en Nueva York le levantaron el castigo. Regreso triunfal
Tres años y siete meses después de su última pelea reapareció, el 26 de octubre de 1970 para vencer a Jerry Quarry, en diciembre acabó con Oscar Bonavena y luego llegaría la oportunidad de disputar el título mundial de los completos, el cual aseguraba nadie se lo pudo quitar en el ring.
El 8 de marzo de 1971 llegó el primer revés en su carrera ante Joe Frazier, quien defendió su título mundial al derrotarlo por decisión unánime; tomó revancha el 28 de enero de 1974 al derrotarlo en una pelea sin cetro del orbe en juego.
Una nueva oportunidad de recuperar el título mundial llegaría para Ali el 30 de octubre de ese año en Kinshasa, capital de Zaire, donde ante cerca de 120 mil espectadores destronó en ocho asaltos a George Foreman para demostrar su grandeza.
Hizo 10 defensas titulares más, incluida la pelea denominada
"Thrilla in Manila" ante Joe Frazier el 1 de octubre de 1975; fue destronado por Leon Spinks el 15 de febrero de 1978, pero se vengó y volvió a consagrarse campeón mundial siete meses después.
Terminó su carrera profesional con derrotas ante Larry Holmes (1980) y Trevor Berbick (1981), con récord de 56-5, 37 por la vía del nocaut. Murió el 3 de junio de 2016, a los 74 años, tras ingresar a un hospital por problemas respiratorios.