El astro brasileño confesó que todo lo que ha vivido "ha sido un golpe muy duro".
EL UNIVERSAL / EL TIEMPO
CIUDAD DE MÉXICO.- Ronaldinho lleva más de dos meses en Paraguay, desde que fue detenido por entrar al país sudamericano junto con su hermano con documentación falsa, lo que lo llevó a estar en la cárcel y ahora en un hotel en calidad de prisión domiciliaria.
En una entrevista concedida al diario guaraní ABC Color, el astro brasileño confesó que todo lo que ha vivido "ha sido un golpe muy duro", y nunca imaginó, "estar en esta posición".
Más allá de quejarse por el trato, lo agradeció, en la cárcel "me han recibido con amabilidad: jugué futbol, di autógrafos, me tomé fotos... No tendría ningún motivo para dejar de hacerlo y mucho más con personas que está viviendo un momento complicado al igual que yo".
Lo primero que hará cuando pueda salir de su detención, será: "Dar un beso grande a mi madre que vive estos días difíciles desde el inicio de la pandemia de Covid-19 en su casa, después será absorber el impacto que esto ha generado".