En la Planta Uno de AHMSA, el Secretario General de la Sección 147, Gerardo Mireles, dijo que de los que habían sido enviados a su casa, 15 ya retomaron sus labores
ROBERTO ORTIZ / REPORTERO
Ante el temor de seguir perdiendo su bono por asistencia y las prestaciones diversas que comúnmente reciben y aun cuando saben que son grupo vulnerable, la mayoría de los obreros que fueron enviados a sus domicilios por ser mayores de 60 años, hipertensos y diabéticos, ya retomaron sus labores en los diversos departamentos de Altos Hornos de México, donde los filtros se relajaron.
Desde el mes de marzo, la empresa inició acciones de protocolo al interior de las dos plantas siderúrgicas y posteriormente tras el anuncio del Gobierno Federal que decretó la necesidad de enviar a sus hogares a trabajadores de 60 años y más o enfermos, se llevaron a cabo operativos en los que se les negó el acceso a ese grupo de trabajadores.
Muchos de ellos, se negaban a dejar sus labores, sin embargo, fue obligatoria su salida temporal a efecto de reducir un posible brote o contagio dentro de la empresa, ya que ese grupo de trabajadores están considerados como de mayor vulnerabilidad frente al Covid-19.
Pero a pesar de que en su momento se realizaron las acciones correspondientes, al interior de AHMSA, al menos en la Planta Dos, ya se encuentran trabajando nuevamente y de forma normal, más de la mitad de los obreros que habían sido enviados a sus hogares.
Al interior de los diversos departamentos de la empresa, los comentarios entre los trabajadores, marcan claramente que es más fuerte la necesidad económica que el riesgo de poderse contagiar del coronavirus.
Cabe señalar que en la Planta Uno de AHMSA, el Secretario General de la Sección 147, Gerardo Mireles, dijo que de los que habían sido enviados a su casa, 15 ya retomaron sus labores, pero a ellos se les realizaron chequeos médicos que confirman que no están enfermos y por ellos retomaron su actividad normal al interior de la empresa.
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Al menos en la Planta Dos de AHMSA, muchos obreros de más de 60 años y enfermos, retomaron sus labores para no perder sus bonos.