"Vivamos la Semana Santa con fe, para resucitar con Jesús a una vida nueva, que de esta contingencia aprendamos a llevar esa vida nueva", dijo el sacerdote Eduardo Neri
VERÓNICA PRECIADO/ REPORTERA
"Hemos de ser juzgados por nuestras obras de amor y misericordia", exclamó el sacerdote Eduardo Neri Frías, al celebrar la eucaristía del Domingo de Ramos en la parroquia Santiago Apóstol. Con ello inició la Semana Santa, que por primera vez se realizó sin la presencia de fieles, ante la emergencia sanitaria del COVID-19.
Durante la misa dominical, el párroco llamó a los católicos a vivir con fe la Semana Santa, desde casa participar en la pasión de Jesucristo; sobre todo ahora en los momentos tan difíciles que atraviesa el mundo por la pandemia del Coronavirus.
"Nuestras palabras, gestos y actitudes, nos llevan alcanzar una vida plena, una vida que tenga sentido. Hay que vivir y asumir cada día con Dios, ese Dios viene a nosotros y nos acompaña".
Exhortó a la comunidad, a orar por quienes a través de sus trabajos y profesiones arriesgan sus vidas; para quienes hoy en día atienden la contingencia.
"Servidores públicos, personal de seguridad, de limpieza, sobre todo por aquellos que están en los hospitales, el personal de salud enfermeras, médicos, trabajadores de intendencia".
También por los ancianos olvidados, por los presos, niños abandonados, hombres y mujeres, nosotros del cielo hemos de ser juzgados, dijo el celebrante.
"Vivamos la Semana Santa con fe, para resucitar con Jesús a una vida nueva, que de esta contingencia aprendamos a llevar esa vida nueva," agregó.