Agencias/El Tiempo
Tras anunciarse el aplazamiento de Tokio 2020 por la pandemia del coronavirus, la capital japonesa vivió por segunda vez el trago amargo de ver como se le escapaban unos Juegos Olímpicos, aunque ahora fue de manera temporal.
Esta es la cuarta vez en la historia moderna de los Juegos que una edición no se lleva a cabo de acuerdo a lo planeado. Tokio ya lo vivió hace 80 años.
Berlín 1916
Berlín estaba contemplada como sede de los Juegos Olímpicos de verano en 1916 (los Juegos invernales no se crearon sino hasta 1924). Esa ciudad venció en la puja por la sede de los Juegos a Alejandría, Ámsterdam, Bruselas, Budapest y Cleveland, de acuerdo con el sitio GamesBids.com.
La Primera Guerra Mundial estalló en 1914, pero los preparativos continuaron por un tiempo, dado que nadie esperaba que las hostilidades duraran otro par de años. Pero la horrenda conflagración duró hasta 1918 y obligó a cancelar los Juegos Olímpicos.
El estadio berlinés fue demolido unas dos décadas después, y se le reemplazó por una estructura que serviría como la sede principal de los Juegos Olímpicos de 1936, cuando la capital alemana tuvo al fin otra oportunidad de organizar la celebración deportiva.
Tokio 1940
Japón fue designado sorpresivamente como el primer país no occidental que realizaría los Juegos Olímpicos pero otra vez, la guerra se interpuso en el camino.
Japón invadió China en 1937, y terminó renunciando a la organización de los Juegos del año siguiente, luego que algunos líderes militares exigieron supuestamente que las sedes deportivas se construyeran con madera, dado que el metal era necesario para la confrontación bélica.
A toda prisa, el Comité Olímpico Internacional nombró a Helsinki, segunda ciudad con más votos en la elección original, como la sede veraniega. Desde luego, todo se canceló. La Segunda Guerra Mundial explotó en septiembre de 1939, con la invasión de Alemania a Polonia.
Tokio tuvo finalmente una oportunidad de albergar los Juegos de Verano en 1964.
Londres 1944
Poco antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial, y después de todas las complicaciones para encontrar sedes alternas en 1940, el COI otorgó a Londres los Juegos veraniegos de 1944, mediante una votación en que participaron también como candidatas Atenas, Budapest, Detroit, Helsinki, Lausana, Montreal y Roma.
Sin embargo, nunca hubo siquiera oportunidad de realizar los Juegos de 1944. La Segunda Guerra Mundial no concluiría sino hasta el año siguiente.
Londres recibió entonces la sede de los Juegos de verano de 1948, los primeros en 12 años, y los realizó en condiciones de austeridad extrema, dado que la ciudad no se recuperaba aún de la guerra.