Dejar que el mundo ruede no es vida digna ante Dios

 

La felicidad y el bienestar que dan las cosas, los bienes, los placeres, es una paz que no llena el corazón y siempre dejan vacío, dijo el padre Eduardo Neri

ROBERTO ORTIZ / REPORTERO

El vivir bajo la ley de no meterse con nadie, de dejar que el mundo ruede y no entregarse al prójimo para conseguir una paz momentánea, no es tener una vida real y digna ante los ojos del Dios, sostuvo el padre Eduardo Neri durante la homilía dominical, donde señaló que esa paz no fundamenta en una reconciliación fraterna y sólo es de bienestar temporal.

Frente a los feligreses que se dieron cita el día de ayer en Parroquia Santiago Apóstol, el padre dijo que la felicidad y el bienestar que dan las cosas, los bienes, los placeres, es una paz que no llena el corazón y siempre dejan vacío.

Dijo que nunca se sanará el alma si no es en Dios, ya que la paz de Dios no se logra con  dinero ni teniendo una vida confortable, por lo que llamó a todos los presentes en la misma a entregarse a Dios y esa entrega dijo se logra cuando se entrega cada uno al prójimo, pero sobre todo a los necesitados para lograr la dignificación de la vida humana.

Respetando además los derechos de las mujeres, de jóvenes, de adultos mayores, derechos que sostuvo se deben tener mediante valores del respeto, pero lamentó que desde que no se tiene respeto a Jesús a Dios, entonces no tenemos esos valores y el respeto a esos derechos.

Por eso, dijo que hoy a muchos nos cuesta creer en el evangelio y preferimos la vida de conformismos, de no creer en Dios y buscamos enfrentar sólo la vida para saciar nuestras expectativas, dejando de lado la ética personal y la moralidad social y cada quien se convierte en defensor de sus propias convicciones, lo que siempre generara pugnas y conflictos con quienes los rodean.

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