CECILIO MARTÍNEZ/REPORTEROLos habitantes de este lugar, dicen que seguido escuchan ruidos, y ven ánimas ingresando al lugar
El miedo se apoderó de los vecinos de la colonia El Pueblo la noche de ayer, al escuchar voces y ruidos dentro de las ruinas del hospital Libanés, mejor conocido como el Hospital de la Muerte ubicado sobre la calle Cuauhtémoc, ya que tiene más de 15 años en el abandono y se cuenta que existen ánimas penando.
Una construcción que se realizó en la décadas de los 70s, donde se inició como una refaccionaria, para después ser un salón de eventos y finalmente convertirse en el hospital de la muerte, donde supuestamente se manejaba el tráfico de órganos.
Fue cerca de la media noche cuando varios reportes telefónicos, entraron a la guardia de la Policía Preventiva, donde solicitaban acudieran al mencionado lugar ya que ellos no querían averiguar, pues en ese lugar hace mas de 15 años sucedió uno de los homicidios más horrendos en la historia de Monclova, cuando los vecinos de este sector amanecieron con esa escalofriante noticia un 22 de septiembre del año 2004.
Los elementos con más antigüedad pensaban lo mismo, y no muy bien se animaban averiguar de dónde provenían esos ruidos, pero como todos unos buenos servidores públicos, no muy aprisa pero llegaron a las ruinas del hospital, donde aseguraban haber visto entrar a una mujer vestida de blanco como si fuera una enfermera.
Una vez estando ahí con pies temblorosos caminaron hacia a la puerta, que daba un aspecto fúnebre junto a la obscuridad y el fuerte aire frío que se percibía en el ambiente, un “Ufffff” salió de sus bocas al observar que eran personas comunes con lámparas en la mano, quienes andaban al interior.
Ya con un poco de más valor abordaron a los visitantes, con quienes se entrevistaron identificándose como miembros del grupo llamado Universo Paranormal, manifestando que realizaban una investigación referente a sus labores de grupo.
Los oficiales les comentaron que no podían entrar de esa manera, pues era propiedad privada y tendrían que retirarse del sitio, por lo que no les quedó más a los investigadores de lo oculto que irse; dejando un gran susto entre los vecinos del hospital Libanés.