Tyson Fury se ha consagrado como uno de los boxeadores más poderosos, pero busca convertirse en el mejor del planeta, tanto que ha conseguido bajar 65 kilos a base de dieta y ejercicio, luego de que llegara a pesar hasta 180. No obstante, Fury volvió a acaparar los reflectores tras sus declaraciones previo a la pelea ante Deontay Wilder del próximo 22 de febrero del presente año.
Durante una conferencia de prensa, Tyson Fury señaló que "estoy haciendo muchas cosas que antes no hacía. Estoy comiendo cinco o seis comidas al día, bebo ocho litros de agua, me masturbo siete veces al día para mantener mi testosterona bombeando".
Fue esto último lo que llamó la atención, mientras Fury mencionó entre risas: "tengo que mantenerme activo y la testosterona fluyendo para la pelea. No quiero que bajen los niveles". Un estudio realizado por la Universidad de Zhejiang en 2018 señaló que la abstinencia dispara niveles de testosteronas, los cuales generan relajación que sí sirve para evitar lesiones musculares.