El Coahuila-Texas y El Polvorín, son edificios considerados como una joya histórica y son de los lugares que registran más visitasANTONIO FLORES / REPORTERO
El período vacacional decembrino es un buen momento para visitar los museos locales, según ha quedado plasmado en el libro de registros de los Museos Coahuila-Texas y El Polvorín.
Ambos edificios considerados como una joya histórica son de los lugares que registran más visitas, tanto por personas procedentes de otros Estados de la República Mexicana, del Extranjero y de Coahuila.
El edificio que se localiza sobre la calle Ocampo, en la Zona Centro, data de 1778 cuando se creó un depósito de pólvora, para las tropas que protegían a toda la región de los ataques.
Este recinto resguarda en sus cinco salas una heterogénea colección de piezas antiguas. La sala de arqueología exhibe cráneos humanos, fragmentos de cestería, artefactos líticos y otros restos de los antiguos pueblos cazadores-recolectores de la zona. Estas piezas alternan en las vitrinas con escultura y cerámica mesoamericanas, lo cual crea un interesante contraste cultural.
Otra sala se encuentra destinada a los últimos siglos de la historia local desde la fundación de Santiago de la Monclova en 1698. Destaca el tronco del nogal al que estuvo atado Miguel Hidalgo aquí tras su captura en marzo de 1811. Decenas de revólveres y fusiles justifican el título de este museo.
En una sala vecina se muestran fotos y pertenencias de varias personalidades vinculadas a la región de Monclova como los generales revolucionarios Bruno Neira, Lucio Blanco y Pablo González, el empresario Harold Pape y el músico Jesús “El Chapul” Martínez Larrañaga.
En tanto, el Museo Coahuila-Texas, está ubicado en un inmueble que data de 1794, construido como Hospital Real por orden del Gobernador de la Provincia de Coahuila y Texas, don Antonio Cordero y Bustamante.
Dicho hospital entró en funciones en 1804 y, posteriormente, en 1811, fungió como cárcel del ejército insurgente y del cura de Dolores, don Miguel Hidalgo y Costilla, después de la emboscada de Baján.
A principios del Siglo XX funcionó como hospital de sangre y como cuartel de las fuerzas constitucionalistas.
En la actualidad, ambos Museos registran una importante afluencia de visitantes lo que mantiene a estos dos emblemáticos lugares en los primeros lugares de los lugares turísticos más visitados a nivel Estado.