Debe valorarse la familia y la fe en el Todopoderoso
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Guadalupe Pérez/El Tiempo
Es la avaricia lo que aleja a las familias y corrompe el corazón, indicó el Canciller Gerardo Escareño, durante la misa dominical que se realizo en la iglesia Sagrada Familia de la colonia Asturias.
En el marco de la despedida del párroco Eduardo Rodríguez, el Canciller Escareño, tocó el tema de la avaricia, en donde recordó un pasaje bíblico en el que se pide a Jesús resuelva un problema de dinero entre hermanos y el hijo del Señor se negó, explicando que es más importante los valores que trascienden y no los físicos o monetarios.
“La avaricia es lo que aleja a las familias, divide familias, corrompe el corazón, la avaricia no trasciende, la avaricia es el afán de más y más de lo que no necesitamos”, declaró el padre Escareño.
Por otro lado comentó que es lamentable como algunas familias se dividen por problemas de repartición de herencia, de bienes, cuando lo que debe valorarse y atesorarse es precisamente el amor que los unía así como los valores familiares y por su puesto la fe en el Todopoderoso.
La misa concluyo entre aplausos y vanaglorias para el padre que tras siete años dejará la iglesia Sagrado Corazón, los fieles agradecieron su dedicación y le reconocieron todo su esfuerzo.