HOUSTON -- Houston tiene un problema, que de manera histórica ha sido casi imposible de resolver. Pero los Astros niegan estar apanicados o que estén casi estrellados.
Los Houston Astros están 2-0 abajo en la Serie Mundial, después de la paliza que propinaron los Washington Nationals 12-3, el miércoles en el Minute Maid Park. Y por momentos parece más cercana una barrida que una remontada. La serie continuará este viernes en la capital estadounidense, donde se podrían jugar hasta tres partidos consecutivos, si es que los Astros ganan al menos uno de los dos siguientes.
"Tenemos que mantener las cabezas en alto e ir a Washington a ganar partidos", dijo el parador en corto puertorriqueño Carlos Correa. "Tenemos que ir con la mente de juego por juego y tratar de ganar cada uno".
Fue una noche de pesadilla, peor que la anterior, cuando castigaron a su abridor Gerrit Cole, en el partido inaugural del Clásico de Otoño. Ahora fue al veterano Justin Verlander, quien permitió dos carreras en la primera entrada.
Después corrigió y comenzaron problemas peores de los que jamás imaginaron los aficionados cuando compraron su boleto. Verlander dejó su marca en Serie Mundial 0-5 en seis apariciones, a pesar de que se convirtió en el primer pitcher en la historia de Grandes Ligas que supera los 200 ponches (202) en playoffs."Me gustaría ganar un par", dijo Verlander.
"Con suerte, tendré otra oportunidad". Los Astros perjuran que habrá otra oportunidad para ellos.