Redacción/EL TIEMPOVecinos los mandaron al bote.
El himno de los Acereros estremecía las paredes de varias casas en Estancias, lugar donde un grupo de amigos se dio cita para ver el partido; después del triunfo, en esa vivienda se armó la pachanga en grande.
Y aunque los vecinos de la calle Nicolás Bravo, también compartían la misma alegría, tenían la responsabilidad del siguiente día ir a laborar, pero los fiesteros no les dejaban "pegar pestaña".
Fue por esto que tuvieron que solicitar el apoyo a los elementos municipales, ya que el grupo de jóvenes tenían a muy alto el volumen de la música.
Los hechos se registraron pasadas las 1:20 horas de ayer, cuando la guardia de Seguridad Pública, recibió el aviso de que varias personas estaban alterando el orden en la vía pública.
Como dato principal les indicaban que eran varios jóvenes que de encontraban a un costado de vehículos como un Avenger, un Aveo y un Spark, los representantes del orden se trasladaron al sitio.
Al momento de su arribo los oficiales notaron que los presentes portaban orgullosamente la camiseta acerera, estaban con sus porras, algo tomados, no serían detenidos por los elementos preventivos, con una simple condición.
Misma que se trataba de moderar el volumen de la música, también de no escandalizar más en la vía pública, pero sobre todo dejaran dormir al resto de vecinos.