Un profundo corte en el ojo derecho fue el protagonista del duelo entre el ex campeón inglés Tyson Fury y el sueco Otto Wallin en Las Vegas que terminó con una decisión unánime parara el Rey de los Gitanos que no reflejó lo que se vivió arriba del ring.
Fury, quien regresaba para presentarse por segunda ocasión en la meca del boxeo, enfrentó a un desconocido sueco que sacó el mayor provecho de la contienda y con un golpe en el cuarto round abrió un gran tajo en el parpado izquierdo que cambió el balance de la pelea.
“Mis respetos para el corazón de Otto Wallin. Es un gran peleador… pero yo soy un gran guerrero gitano”, dijo el peleador inglés que mantuvo la calidad de invicto en el terreno profesional tras 30 encuentros.
Además de mantener el cero en su foja profesional, Fury se hizo del cinturón maya del Consejo Mundial de Boxeo, reconocimiento que se da a las principales peleas a nivel internacional los 5 de mayo y 16 de septiembre.
Fury no pudo con la distancia y fortaleza de su rival el cual le complicó al máximo su margen de maniobra, pero el cansancio le cobró factura al final de la contienda, para ver cómo los jueces entregaron tarjetas de 116-112, 117-111 118-110.